La secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, garantizó ayer que todos los inmigrantes llegados a Canarias en situación irregular serán repatriados o trasladados a otras comunidades autónomas. También prometió que ninguno ha estado ni va a estar fuera de los centros de internamiento del archipiélago, donde el pasado viernes se hacinaban unas 1.500 personas.

Rumí subrayó que, con el actual Ejecutivo, «ni un solo» extranjero ‘sin papeles’ ha estado deambulando por las calles porque «estamos cumpliendo» el plan para trasladarles a otros centros de la Península o a su país de origen. Ese traslado se produce cuando el inmigrante cumple un máximo de cuarenta días en Canarias.

Precisamente, la consejera canaria de Empleo y Asuntos Sociales, María Luisa Zamora Rodríguez, recordó que «muchos inmigrantes» están a punto de cumplir esos cuarenta días en los centros de las islas. La responsable autonómica reiteró que la llegada de ‘ilegales’ – y, en particular, la presencia creciente de menores no acompañados – es la mayor preocupación de la ploblación.

«Tenemos todos los recursos saturados», denunció la consejera, quien informó que el mantenimiento de los centros de menores asciende a alrededor de seis millones de euros anuales.