L.D.

VALENCIA. El conseller de Educación, Alejandro Font de Mora, se entrevistará hoy con la ministra Mercedes Cabrera, en la primera reunión desde que ésta accediera a la cartera de Educación hace apenas unas semanas.

Aunque se trata sólo de un primer contacto, que tendrá mucho de carácter protocolario, el encuentro tendrá como telón de fondo los temas que han enfrentado a ambas administraciones en lo que va de legislatura y los retos educativos a los que se enfrenta la Comunidad.

La reciente aprobación de la Ley Orgánica Educativa (LOE), con la que la Generalitat ha sido especialmente crítica, al considerar que no sólo no soluciona sino que en muchos aspectos agrava, los problemas educativos y el fracaso escolar, será seguro uno de los asuntos que planteará Font de Mora a Cabrera. Así, el conseller ha destacado en ocasiones anteriores que la nueva normativa «disminuye la calidad de la enseñanza, dificulta la cohesión territorial y pone trabas a la elección, lo que empobrece el sistema educativo».

En este sentido, al Conselleria de Educación siempre se ha mostrado a favor y así lo reivindicó en reiteradas ocasiones a la anterior ministra, María Jesús Sansegundo, de mejorar el nivel de conocimientos con el que los alumnos acaban sus estudios, con el refuerzo de algunas asignaturas instrumentales.

Excesivamente permisiva

Otro de los temas que ha reivindicado la Conselleria frente a las directrices que marca la nueva ley, es la necesidad de mantener un «currículum mínimo» para evitar diferencias indeseadas entre regiones. Además, el Consell ha criticado que la la nueva ley sea «excesivamente permisiva» con los alumnos.

En cuanto a la financiación, la Conselleria ha exigido al Gobierno una cantidad mínima de gasto anual consolidable de 458 millones de euros para hacer frente a la aplicación de la LOE .

Por otra parte, el aumento de alumnos inmigrantes es otra de los temas que seguro analizarán los dos responsables de Educación. Así, la Comunidad es una de las que registra mayor crecimiento en cuanto a número de alumnos extranjeros en el sistema educativo. Así, cada curso se matriculan alrededor de 7.000 inmigrantes más de los previstos, lo que obliga a activar medidas especiales de integración.