CE CASTRO

SANTA CRUZ. Las distintas administraciones públicas de las Islas se han manifestado muy preocupadas debido al aumento poblacional que ha experimentado el Archipiélago en los últimos años. Aunque la llegada de pateras y cayucos desde la costa occidental del continente africano suponen un problema para las autoridades canarias, cuando se habla de aumento de la población se hace referencia fundamentalmente a las personas que se establecen de forma legal, o las que se «cuelan» a través de los aeropuertos.

Así, en los últimos veinte años, Canarias ha visto como su población aumentaba un 34 por ciento, es decir, medio millón de habitantes. En 1986, había censados casi un millón y medio; y en 2005, la cifra se queda muy cerca de los dos, según la publicación «20 años de España en la UE: 1986 – 2006», de la oficina del Parlamento europeo, el Real Instituto Elcano y la Secretaría de Estado para la UE.

Las instituciones han puesto hincapié en que la densidad de población en el Archipiélago es demasiado elevada. Este problema lo padece también Baleares, cuya población ha aumentado un 44 por ciento en estos veinte años.

En las Islas, se apunta a la inmigración como causa fundamental de este crecimiento, ya que la diferencia entre nacimientos y defunciones no llega a los sesenta mil al año. Esto datos han hecho que el Archipiélago se encuentre entre las Comunidades españolas menos envejecidas.

Por ello, se ha creado un grupo de trabajo compuesto por miembros del Gobierno central y el canario para estudiar el aumento de la población en las Islas. Entre otras medidas, el Ejecutivo regional pretende que las compañías aéreas faciliten información sobre los turistas que transportan y que permanecen tres meses. Esos datos serían contrastados con el censo de viviendas y el padrón para determinar si se da una situación irregular y agilizar la expulsión automática.

Además, se han abordado asuntos tan espinosos como la potenciación de la labor de la Inspección de Trabajo para que persiga a quienes trabajan de forma irregular; los programas de cooperación al desarrollo con el continente africano, el control de costas y las aguas interiores; y la sanidad exterior.

Restricciones y críticas

«Canarias no sólo es un coladero por mar, sino también por aire y hace falta voluntad política del Estado para actuar al respecto», ha sentenciado en alguna ocasión Paulino Rivero, presidente de Coalición Canaria. La postura nacionalista no siempre ha sido entendida por el resto de formaciones políticas.

En este sentido, el PSC ha señalado que «el establecimiento de determinadas medidas para limitar el crecimiento poblacional pueden vulnerar la Constitución y las normas europeas». Afirmación que se han encargado de desmentir distintas voces de CC durante los últimos meses.