Los elevados precios de los alquileres en Barcelona, inaccesibles para la mayoría de los jóvenes, han ocasionado un aumento vertiginoso de la demanda de pisos protegidos. En la última entrega de viviendas reguladas, sólo el 1,6% de los 11.029 solicitantes obtuvo alguno de los 184 pisos ofertados. En la anterior promoción, sorteada hace tres años, el 5,5% pudo hacerse con los pisos, que tienen un alquiler de entre 170 y 250 euros.
La empresa Regesa (con recursos del consejo comarcal), Incasol (Generalitat), fundación Família i Benestar (empresa sin fines de lucro) y el Patronato Municipal de la Vivienda (ayuntamiento) son las entidades que construyen pisos protegidos para jóvenes en Barcelona. Entre todas, actualmente se edifican 777 viviendas, algunas de las cuales comenzarán a entregarse a finales de año.
Para acceder a ellas, los jóvenes deben tener menos de 35 años, ser españoles, comunitarios o extranjeros con permiso de residencia de dos años, no ganar más de 2.500 euros brutos al mes, no ser propietario de una vivienda y, como novedad, estar empadronado en Barcelona desde hace al menos dos años.

MÁS PROMOCIONES
A pesar del creciente déficit, la construcción de pisos protegidos para jóvenes ha aumentado en Barcelona, según Eugeni Forradellas, presidente del Patronato Municipal de la Vivienda. El 26% de los pisos iniciados este año en la ciudad es de protección oficial, un porcentaje que aumentará a 33% en el 2007. La mayor parte está destinada a jóvenes, y el resto a personas mayores y familias con escasos ingresos o en situaciones de riesgo.
Barcelona dispone actualmente de 1.598 pisos de alquiler protegido para jóvenes. Forradellas afirma que, según el plan de vivienda 2004 – 2007, se espera que 2.000 jóvenes tengan asignado este año un piso en condiciones favorables. “Ya hay 3.000 viviendas iniciadas, pero los procesos administrativos son lentos y los recursos limitados. La meta es que en el 2010 tengamos 3.000 pisos para jóvenes”, explica Forradellas.
Este año, el patronato dispone de 42 millones de euros para la construcción de viviendas protegidas, lo que representa un 2% del presupuesto municipal. Mientras se construyen las viviendas protegidas, la entrega de pisos se ejecuta a un ritmo lento. La promoción de viviendas en Camp del Ferro 1 – 7 y Sardenya 158, entregada hace pocas semanas, fue la única entrega de pisos de alquiler para jóvenes que se ha realizado en los últimos tres años en la ciudad.

REQUISITO POLÉMICO
En las últimas dos promociones de pisos protegidos, realizadas por Regesa y Benestar i Família, además de los requisitos exigidos en anteriores entregas, se añadió la del empadronamiento como mínimo desde hace dos años. Con esta exigencia pierden la posibilidad de presentarse al concurso los jóvenes que trabajan en Barcelona pero residen en otro municipio o aquellos que han residido en ciudades cercanas o se han mudado de municipio en los últimos meses.
Forradellas afirma que “el requisito ha sido polémico” y que muchos otros municipios exigen a los jóvenes haber estado empadronados durante los últimos cinco años, “lo cual termina beneficiando sólo a los que han vivido toda la vida con sus padres y perjudica a aquellos que han buscado independencia fuera”. Las exigencias que se pedirán a los candidatos a los próximos pisos protegidos que se sortearán a finales de año aún no han sido acordadas.