Albania y Montenegro no levantarán vallas ni campos de refugiados en su territorio, según afirmaron hoy los primeros ministros de ambos países balcánicos.

“Es verdad que hemos identificado un mayor flujo de entradas ilegales a Montenegro a través de Albania… pero nosotros no prevemos colocar vallas ni campos de refugiados”, afirmó hoy el primer ministro montenegrino, Dusko Markovic, a los periodistas en la ciudad albanesa de Shkodra.

Allí presidió junto a su homólogo albanés, Edi Rama, la primera reunión entre los dos gobiernos.

Hungría ha ofrecido gratuitamente a Montenegro una valla de 25 kilómetros de largo para colocarla en la parte más problemática de la frontera con Albania con el fin de bloquear la migración ilegal, según medios locales.

En Albania, que en 2015 y 2016, durante el peor momento de la crisis migratoria no formaba parte de la llamada ruta de los Balcanes, se han detenido en lo que llevamos de año a 2.500 refugiados e inmigrantes ilegales, provenientes de Siria, Pakistán, Argelia, Marruecos, Afganistán y otros países asiáticos, un claro incremento respecto a los 1.045 interceptados en 2017.

La mayoría ha entrado desde la frontera sureña con Grecia y tiene como objetivo cruzar la frontera con Montenegro para llegar a países del norte de Europa.

“La prioridad de nuestros países es la colaboración para asegurar la estabilidad y la seguridad de nuestras fronteras”, señaló Markovic.

“Nosotros también hemos tenido una oferta para obtener una valla gratuita”, afirmó Rama sin especificar el donante.

“No podemos ser países con vallas pero tampoco héroes salvadores de los países ricos que a veces tienden a tratar a los inmigrantes como desechos tóxicos”, recalcó.

Por otro lado Rama destacó la “orgullosa historia” y humanidad de Albania al recordar la protección que ofreció a los hebreos frente a los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y la acogida de medio millón de refugiados albano kosovares en 1999, que huían de la limpieza étnica del exlíder serbio Slobodan Milosevic.

Rama también señaló que aunque Albania es un país de emigrantes, con un tercio de los 2,8 millones de albaneses que existen viviendo fuera, también ha acogido a 3.000 muyahidines iraníes.