Indignación por la muerte de al menos tres bebés en un naufragio al intentar llegar a Europa

Las duras imágenes recuerdan la historia de Aylan Kurdi

El Periodico, El Periódico, 30-06-2018

La historia de Aylan Kurdi, el niño kurdo de tres años que apareció ahogado en una playa de Turquía, por desgracia se repite. Al menos tres bebés murieron el viernes en el naufragio de un bote neumático que trataba a de llegar a Europa desde las playas de Libia, y las imágenes de los miembros de seguridad libios transportando los cuerpos de los pequeños han causado indignación en las redes.

Ocupará mañana portadas?openarms_fund podía haberlas rescatado pero Italia no les avisó.100 personas muertas, entre ellas 3 bebés. #YoNoMeAcostumbro y tú?cielikolindo@ainhoaaznarEZ @GAFOLITO @anadigame @Ana_Cordobes @mikelayestaran @Sandra2besFoto de @AFPphoto pic.twitter.com/EeneGrokZO

“En el bote navegan unas 120 personas. La mayoría de nacionalidad subsahariana, pero también marroquíes y yemeníes. Hasta el momento se han recuperado los cadáveres de tres bebés”, detalló una fuente.

El personal libio rescató a 16 personas, siendo todas ellas “hombres jóvenes” que fueron trasladados a un centro de detención en la zona de Al Hamdiya, a unos 25 kilómetros al este de Trípoli, donde son tratados de diversas heridas, explicó la misma fuente.

Sin embargo, según los testigos, además de los bebés citados, en la embarcación precaria navegaban dos bebés más y tres niños menores de 12 años, aparte de una docena de mujeres, señaló la fuente, que citó el relato de los rescatados.

El horror. No podemos acostumbarnos al horror. 100 muertos, 16 supervivientes. Sólo han recuperado los cuerpos de 3 bebés. El cable de @AFP describe bien el horror y la hipocresía de la neolengua de las “plataformas desembarco” https://t.co/XsnDCpsM5E(Foto: Mahmud Turkia, AFP) pic.twitter.com/q4TPSKyQ1m

El naufragio se produjo a unas 25 millas náuticas de la ciudad de Qarabuli, lugar de partida de la embarcación, al parecer a causa de un incendio que se desató después de que produjera un fallo en el motor.

Las playas que se extienden entre Trípoli y la frontera con Túnez se han convertido los últimos dos años en el principal bastión de las mafias que trafican con seres humanos, pese a la presencia de patrulleras europeas.

Justo ayer, Unicef llamava a los estados de la UE a “actuar juntos” para salvar la vida de los más pequeños.

Els nens i les nenes primer.Coincidint amb la reunió dels Estats membres de la UE per descutir sobre la política migratòria, instem els Estats a actuar coordinats. A actuar a temps per salvar la vida dels infants #refugiats.Els infants sempre primer! #dretsinfants pic.twitter.com/Apl6re2qZ2

Asociaciones de derechos humanos y oenegés han expresado su decepción ante los acuerdos alcanzados ayer en Bruselas y han lamentado que se haya perdido una ocasión para crear un sistema de asilo unificado.

Alianza por la Solidaridad ha considerado que el Consejo Europeo “hace de Europa una fortaleza más infranqueable” y que lo que prevalece es “la plena externalización de las fronteras, más que la protección de las personas y un avance serio para conseguir una política migratoria común que regule los flujos migratorios de manera legal y segura para las personas”. Para esta oenegé, las plataformas regionales de desembarque no pueden realizarse sin el consenso de los países africanos involucrados.

Para Oxfam Intermón, la UE “debería haber abordado los defectos de nuestro actual sistema de asilo para dar una respuesta efectiva y humana a la migración, y no solo para reaccionar a las disputas políticas internas”. “La migración bien gestionada y un sistema de asilo eficaz van más allá de los centros de desembarco, y son parte esencial de una economía y una cultura europeas sanas”, según la oenegé, que ha señalado que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, no tenía que haber cedido a las presiones de otros estados miembros que abogan por crear centros cerrados tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.

Unicef, por su parte, ha instado a la UE y a los Estados “a actuar coordinados, unidos y a tiempo para salvar las vidas de los niños refugiados y migrantes antes de llegar a Europa, así como a abordar la incertidumbre e inseguridad que soportan a su llegada”. Unicef considera que los centros de desembarco deben proporcionar una primera acogida, una tramitación rápida y un acceso fácil y efectivo a una reubicación rápida de los niños y sus familias en lugares adecuados y ha pedido que los menores nunca sean detenidos debido a su estatus migratorio o el de sus padres.

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