Italia bloquea las decisiones de la cumbre europea hasta alcanzar un acuerdo sobre migración

Gara, NAIZ, 28-06-2018

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, bloquea por el momento las decisiones del primer día de cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea en Bruselas hasta que exista un acuerdo sobre el apartado dedicado a la cuestión migratoria.

El objetivo es dar respuesta a una crisis que, admiten, es política y no de refugiados (las llegadas a la UE por el Mediterráneo se han reducido en un 96% desde la crisis de 2015).

Antes del comienzo del debate sobre la cuestión migratoria, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE deberían haber adoptado conclusiones sobre seguridad y defensa, economía y competitividad, digitalización e innovación, algo que no ha sido posible por el bloqueo italiano ya que en las cumbres las decisiones se toman por consenso.

A su llegada al Consejo Europeo de este jueves, el primer ministro italiano ha pedido al resto de países de la Unión Europea que transformen sus «manifestaciones de solidaridad» hacia Roma sobre el desafío migratorio en «hechos concretos», al tiempo que ha amenazado con vetar un documento conjunto al respecto si no los líderes europeos no acceden a sus demandas.

El aspecto exterior de la gestión migratoria estaba llamado a centrar el debate de los líderes en el primer día de cumbre, en concreto el refuerzo de las fronteras exteriores de la UE y la necesidad de buscar nuevos acuerdos migratorios entre el bloque comunitario y terceros países, como los del norte de Africa para la creación de «plataformas de desembarco» de migrantes rescatados en el Mediterráneo, donde se distinguiría entre aquellos que tienen derecho a asilo y aquellos que no.

No obstante, se trata de una estrategia a medio y largo plazo para lidiar con la inmigración irregular que no contenta a Italia, país que, al igual que Grecia y el Estado español, se sitúan en «primera línea» y reciben a la mayoría de migrantes que llegan a Europa a través del Mediterráneo, una situación que el nuevo Gobierno italiano no está dispuesto a seguir tolerando si no recibe el apoyo del resto de Estados miembros.

La conocida como crisis del ‘Aquarius’, un buque de salvamento marítimo con más de 600 migrantes a bordo que el Gobierno de Pedro Sánchez acogió en el puerto de València por la negativa de Italia y Malta a ofrecer un puerto cercano, se interpretó como una señal del nuevo ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, a sus socios comunitarios sobre la necesidad de apoyar a Italia en la gestión migratoria.

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