La ONU denuncia expulsiones masivas de subsaharianos en el desierto por parte de Argelia

Miles de subsaharianos han sido abandonados cerca de la frontera con Níger

El País, Francisco Peregil, 26-06-2018

Las declaraciones de Swing se producen un día después de que la agencia Associated Press publicara un reportaje en el que, citando como fuente a la propia OIM, contaba que desde mayo de 2017 Argelia ha expulsado a 11.276 hombres, mujeres y niños en la frontera con Niger y a 2.500 en la de Malí. En total, más de 13.000 personas, según la agencia de la ONU han tenido que caminar durante horas en el desierto en condiciones inhumanas.

El comunicado que ha publicado este martes la OIM explica que los empleados que se encuentran en la instalación que tiene la agencia en la remota localidad de Assamaka (en el norte de Níger, en la frontera con Argelia) han descrito la llegada de miles de migrantes venidos del desierto, caminando durante 15 kilómetros hasta Assamaka. “Cuando estos grupos llegan”, señala el escrito, “la OIM organiza misiones de búsqueda y rescate para auxiliar a los más vulnerables. Una vez los recogemos, les proporcionamos autobuses para los que deseen regresar a sus casas de forma voluntaria. Pero el desafío es creciente”.

Un analista destacado en Argel, que solicita el anonimato, indicó a este diario: “Argelia tiene un acuerdo firmado con Níger desde 2014 para repatriar a sus ciudadanos. Las autoridades argelinas niegan siempre que haya deportaciones masivas y dicen que todas se efectúan bajo el amparo legal de aquel acuerdo. Yo creo que la verdad debe estar en medio, que hay expulsiones regladas y otras no regladas. Y lo que suele ser frecuente en Argelia son las redadas masivas para detener subsaharianos. En ellas también detienen a gente que tienen sus papeles en regla. Los llevan a unos campos de calificación, que es como les llaman, para separar a los que disponen de documentos de los que no los tienen. Y en esos campos las condiciones de vida no son muy buenas. Después, una vez que los conducen a la frontera, allí están los pasadores al acecho. Así que el que se puede permitir pagarse el regreso, vuelve a entrar en Argelia”.

La citada fuente indicó que la inmensa mayoría de los subsaharianos intentan llegar a Europa a través de Libia o de Marruecos. “Los que parten desde Argelia son argelinos, que les pagan a las redes locales”.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Abdelaziz Benali Cherif, declaró al día siguiente respecto al estudio de AI: “Las falsedades y otras acusaciones infundadas mencionadas en este informe no hacen, lamentablemente, nada más que reproducir mecánicamente los estereotipos anticuados, evaluaciones parciales y conclusiones simplistas”.

El ministro del Interior argelino, Noureddine Bedoui, indicó en marzo que Argelia ha expulsado en los últimos tres años a 27.000 subsaharianos. Pero aclaró que las expulsiones se realizaron en el “estricto respeto de los derechos humanos”.

Leila Beratto, corresponsal en Argel de la emisora francesa RFI confirmó mediante conversación telefónica que, al menos en la capital, las detenciones de subsaharianos comenzaron hace un año. “Los detenían los miércoles y los jueves y los expulsaban los viernes. Esto se ha hecho a lo largo de varios meses, en distintas oleadas. La mayoría de los migrantes los dejaban en la frontera con Níger. Los gendarmes argelinos les indicaban en qué dirección tenían que caminar hacia el país vecino y ellos caminaban durante horas por un camino marcado con piedras. Hay varias asociaciones que han recogido firmas para impedir estas expulsiones, pero el Gobierno no ha respondido ni ha cambiado su política”.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)