Caos en la política migratoria de Trump

La primera dama acude a la frontera de Texas mientras el Gobierno de EE UU intenta detener a los hijos de inmigrantes indefinidamente

Diario Sur, MERCEDES GALLEGO CORRESPONSAL, 22-06-2018

Hacía falta una cara bonita y muy dulce para calmar el furor desatado por los llantos de miles de niños centroamericanos separados de sus padres en la frontera. Le correspondió a Melania Trump, que a juicio de muchos ejerce el papel de policía bueno en la opereta presidencial, mientras que otros creen que genuinamente estos niños le han tocado el corazón de madre.

En cualquier caso no le hacía falta volar casi 3.000 kilómetros hasta McAllen (Texas). Los neoyorquinos descubrieron que el Gobierno los lleva niños se parados de sus padres hasta Nueva York. Nadie sabe exactamente cuántos llegaron a la ciudad, donde el miércoles les recibieron con pancartas en español. «¡Te amamos!», «Bienvenido a Nueva York».

A Melania Trump la llevaron a un albergue luterano, donde presentaron el encierro como un campamento, con juegos y clases. «A esto lo llaman albergue, pero realmente es como su hogar», la tranquilizaba el encargado. A la modelo eslovena que se ganó la vidaen las pasarelas neoyorquinas sin permiso de trabajo se le atribuye el giro que ha dado su marido con esta política.

Con la nueva orden ejecutiva del presidente en la que se les insta a no separar a las familias sin anular la política de «tolerancia cero», las patrullas fronterizas no saben qué hacer. Un alto cargo dijo al ‘Washington Post’ que dejarán de enviar temporalmente a los juzgados a estos inmigrantes con niños, donde se les enjuicia por cruzar ilegalmente la frontera. Con las instalaciones al 97% eso quiere decir que tendrán que dejar algunos en libertad.

Mientras, el Departamento de Justicia pide ayuda al Pentágono para usar como alojamiento sus bases militares e incluso a sus jueces para acelerar las vistas, ya que un precedente judicial fija la presencia de niños en centros de detención en 20 días como máximo. El fiscal general, Jeff Sessions, quiere convencer al Noveno Circuito de Apelaciones de California para que limite la implicación de una sentencia de 1997 a menores sin acompañar, lo que permitiría al Gobierno encarcelar indefinidamente a los que detiene con sus padres.

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