La Guardia Civil ha desarticulado en Arganda del Rey (Madrid) a un grupo organizado que presuntamente se dedicaba a torturar y extorsionar a ciudadanos paquistanís, quienes eran obligados a pagar una determinada cantidad de dinero a cambio de alojamiento. Las víctimas eran torturadas con una máquina que los detenidos habían instalado en un garaje.
Durante la operación, los investigadores detuvieron a cuatro personas, – – tres paquistanís y un rumano – – , y a otros 11 inmigrantes que estaban en situación irregular.
El presunto jefe de la organización tenía varios pisos en Arganda del Rey, en los que alojaba a sus compatriotas de forma gratuita durante un tiempo. En ocasiones también acogía a rumanos. Después, los extorsionaba, exigiéndoles el pago de 100 euros mensuales por residir y trabajar en el municipio. Si no aceptaban las condiciones, y se negaban a pagar, en un garaje les sometían a torturas con una máquina rudimentaria, que ejercía presión sobre distintas partes del cuerpo.

GRAN PALIZA
Las investigaciones se iniciaron a primeros de mes cuando los agentes encontraron abandonado en una carretera e inconsciente a un paquistaní que tuvo que ser trasladado en estado grave a un hospital madrileño, con síntomas evidentes de haber recibido una paliza. La Guardia Civil empezó a investigar el suceso entre la colonia de paquistanís que reside en Arganda. E identificaron a un grupo de personas que acogían a inmigrantes en sus pisos, presuntamente de manera voluntaria, aunque después se comprobó que los extorsionaban.
Los cuatro detenidos son R. H., de 36 años, presunto cabecilla de la banda y con antecedentes penales; R. M., de 23 años; S. M. H., de 25 años; y C.D.R., un rumano de 28 años, también con antecedentes penales. Los detenidos pasarán hoy a disposición judicial.