BILBAO. SOS Racismo aseguró ayer que los abusos laborales y el «racismo social cotidiano» son los principales problemas a los que se enfrentan los inmigrantes en Euskadi. A estos obstáculos cabe añadir los casos de violencia policial o el tratamiento que desde las diputaciones, principalmente la alavesa y la vizcaína, se ha dado a los menores inmigrantes no acompañados.El responsable de esta organización en Euskadi, Diego Jáuregui, destacó la responsabilidad que en todo esto tienen tanto las instituciones como los medios de comunicación. A su juicio, buena parte de los problemas que surgen en torno a los inmigrantes, se deben a una errónea «percepción social».

Jáuregui rechazó que haya una relación directa entre el número de inmigrantes en una zona y el incremento del racismo . «No hay más racismo en Navarra que en la CAV, pese a que hay muchos más inmigrantes», dijo. A modo de ejemplo, citó recientes datos del Observatorio Vasco de la Inmigración, según el cual la sociedad cree que en Euskadi hay cuatro veces más de inmigrantes que los que hay en realidad. «Esto tiene que ver con los discursos de los políticos y de determinados medios de comunicación».

Ese el caso, en su opinión, de recientes debates públicos sobre la delincuencia en las discotecas o el incendio de un hostal en el barrio bilbaíno de San Francisco. «Las peleas en las discotecas no son nuevas e incendios ha habido siempre. Pero cuando hay un inmigrante de por medio, (las noticias) se convierten en grandes bolas. Si fuese otra persona no es noticia o no se enmarca en el problema de la inmigración», ha explicado.

Esto repercute, según SOS Racismo, que ayer presentó su informe anual, en muchos problemas a los que se han de enfrentar los inmigrantes a diario. Por un lado están la «desigualdad» en los derechos básicos, como el laboral. El año pasado, el 95% de las altas de extranjeros en la Seguridad Social, a nivel estatal, fueron de contratos temporales y los sueldos un 16% inferiores. La compra o alquiler de una vivienda también puede ser una «utopía» para los inmigrantes.

Los abusos policiales son otra realidad que se da en España y de la que no se libra el País Vasco. SOS Racismo denunció el caso de una colombiana presuntamente agredida por ertzainas que luego alegaron que fue ella quién atacó a un agente. El informe también incluye la «eterna desigualdad de oportunidades» del pueblo gitano, el «futuro incierto» de los menores y las críticas de las políticas de inmigración comunitarias y estatales. También se refiere a otros aspectos con menor incidencia en Euskadi, como las acciones violentas de la extrema derecha. VASCO PRESS