SAN SEBASTIÁN. DV. «Negra es una obra sobre las nuevas formas de esclavitud de nuestra época». Así presentan en la compañía Teatro Meridional este espectáculo, un monólogo para tres personajes que también habla «sobre la mujer y en general sobre todos nosotros, sobre esta sociedad que va cambiando a marchas forzadas». El montaje, que colabora con Amnistía Internacional en sus campañas contra la esclavitud y la violencia de género, se presenta desde hoy hasta el domingo en Lugaritz. El espectador que acuda a la Casa de Cultura de El Antiguo se va a encontrar con «una obra dramática, pero también cómica e, incluso, musical».

Los tres personajes que interpreta la actriz argentina Marina Szerezevsky son «mujeres muy distintas, con tres formas también diferentes de enfrentar la condición femenina y la emigración». Es una función con humor «que aspira a hacer sonreír, y es un espectáculo emotivo, que busca conmover, y serio porque aspira a disponer el ánimo para el pensamiento».

Los tres personajes femeninos de Negra son «una mulata latinoamericana liberada de un lugar de trabajo de inmigrantes ilegales en el que ha estado encerrada durante todo el último año, una caribeña de color que se agarra a su particular balsa en forma de matrimonio por papeles con un español, no menos interesado que ella, y una africana de Mali que le cuenta a su hijo su particular, terrible y poético viaje desde la llanuras del Sahel hasta las costas peninsulares».

Con estas tres historias Teatro Meridional nos habla sobre nuevas formas de esclavitud «que no suceden lejos de nosotros, sino que ocurren en Europa, donde muchas personas trabajan en condiciones extremas para pagar deudas que han asumido con las mafias que antes les han introducido aquí». Negra también señala el papel de la mujer en esta esclavitud, «ya que a la lucha general por los derechos humanos, la mujer ha tenido que sumar la suya para buscar la igualdad con el varón». Otra de las líneas temáticas de la obra pone directamente en cuestión la propiedad de un país. «¿Hasta qué punto podemos llamar nuestro a un pedazo de terreno en el mundo actual», un mundo donde el progreso significa sacar «nuestras inaceptables desigualdades de antaño fuera de nuestras fronteras, pero esas desigualdades siguen e, incluso, aumentan».

Con estas premisas en Teatro Meridional no han querido hacer «un ensayo sociológico o histórico», sino que ofrecen «teatro, asumiendo las propuestas literarias que hacía Italo Calvino: levedad, rapidez, exactitud, visibilidad, multiplicidad y consistencia».