En Euskadi residen casi 73.000 extranjeros, pero el Observatorio Vasco de la Inmigración ha desvelado que los ciudadanos pensaban que había cuatro veces más. Así lo puso ayer de manifiesto SOS Racismo al presentar su Informe Anual sobre la situación de los extranjeros en España y, en particular, en el País Vasco y Navarra (Ediciones Icaria). Esta asociación denunció que la regularización de 2005 no ha erradicado la explotación laboral de los inmigrantes ni los abusos de las policías locales. También criticó que a los menores se les expulse como a adultos.

«Acabamos de recibir las denuncias de un inmigrante que no pudo entrar en una discoteca y de otro que fue rechazado en un club de baile para separados. También tenemos un caso de abuso policial», relató Diego Jauregi, portavoz de SOS Racismo en Euskadi. A su juicio, estos episodios no permiten concluir que los vascos son más xenófobos que antes, porque también están a favor de conceder derechos laborales, sociales a los extranjeros e incluso la capacidad de voto en las elecciones municipales.

SOS Racismo distinguió entre las reacciones individuales de la gente corriente y la aparición de ciertos discursos que, por ejemplo, asocian la precariedad laboral con la masiva presencia de extranjeros, ignorando que estos también son víctimas de esa situación. «Cuando las actitudes personales encuentran un discurso surge el problema», indicó Agustín Unzurrunzaga, miembro de la organización. A su modo de ver, la prensa, la radio y la televisión pueden moldear una imagen negativa y estereotipada de la inmigración. «La mayoría de las veces se hace de forma inconsciente, pero en algún caso se busca el morbo», indicó.

Percepción exagerada

Unzurrunzaga se remitió a los sondeos oficiales que muestran a los ciudadanos preocupados por la afluencia incontrolada de Extranjeros. Por ejemplo, cuando el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) preguntó a los ciudadanos cuántos inmigrantes había en España, la mayoría pensaba que eran el doble de la cifra real, que ronda los cuatro millones de personas. Esta percepción exagerada tendría su origen, según SOS Racismo, en la falta de rigor mostrada por los medios de comunicación.

«Una cosa es escribir que la Guardia Civil ha detenido a 170 inmigrantes en las playas de Almería y otra, decir que una oleada de 170 inmigrantes ha desbordado a la Guardia Civil en las playas de Almería», resumió Unzurrunzaga. Desde su punto de vista, la cuestión no reside en los datos o los hechos, sino en los adjetivos que se emplean y que transmiten una impresión distorsionada, pues gran parte las personas en situación ilegal han entrado en España por el aeropuerto de Barajas. «No es lo mismo ‘saltar’ la valla de Melilla que lanzarse al ’asalto’», reiteró el miembro de SOS Racismo.

Esta asociación también denunció que la regularización masiva del año pasado ha dejado a casi un millón de inmigrantes en situación ilegal y no ha puesto fin a los abusos cometidos por algunos empleadores. «Obligan al inmigrante a pagarse la Seguridad Social o le acusan de haber robado algo para no abonarle una o dos mensualidades», relató Diego Jauregi.