PSIQUIATRIA / El Nobel de Matemáticas, aquejado de esquizofrenia, denuncia el estigma social de la enfermedad / Afirma que puede surgir como vía de escape de las tensiones

John Nash: «A los enfermos mentales se les trata como a las mascotas»

El Mundo, 21-04-2006

Una vida de película. En el caso del matemático John Forbes Nash, que recibió el premio Nobel en 1994, la frase adquiere todo su significado. Nash enumeró en su juventud una de las teorías matemáticas más complejas y tuvo un fulgurante ascenso intelectual hasta que su mente se vio atacada por la esquizofrenia, en la década de los años 60. Ayer, en el Congreso Centenario Juan J.López Ibor, que se celebra en Madrid, el investigador, a sus 78 años, aseguraba que «el estigma del enfermo mental es inevitable» en la sociedad actual.

Durante su conferencia ante los psiquiatras españoles, Nash comparó el cerebro humano con un ordenador en el que puede fallar el software. Explicó que en el caso de un androide, cuando su cerebro informático funciona mal lo normal es que compense más fabricar uno nuevo antes que repararlo. Y en el caso de un ser humano «cuya mente ya no funciona convenientemente para trabajar», tan sólo le queda el cariño de sus allegados. «Son comparables a las mascotas domésticas, pueden ser aceptados por sus familias, pero no por la sociedad porque no crean productos valiosos con su trabajo», argumentó.


El Nobel, cuya vida inspiró la película Una mente maravillosa, aseguró que «un enfermo mental podría escribir un complejo teorema matemático». «Yo mismo estuve afectado 20 años de mi vida por la esquizofrenia y, en los periodos en los que no estaba en las clínicas, hacía trabajos. Y mi curación no se debió a un procedimiento médico o quirúrgico, sino que el paso del tiempo mejoró mi proceso racional».

Delirios y persecuciones

Se refería así, de pasada, a los años en los que su mal se agravó.Trabajaba entonces en una institución de las fuerzas aéreas estadounidense, en plena Guerra Fría, y comenzó a tener delirios sobre supuestas conspiraciones, mensajes cifrados, espías y persecuciones de criptocomunistas. Incluso intentó conseguir el estatuto de refugiado político en Europa.


John F. Nash explicaba ayer que hasta los académicos dedicados a la lógica – matemática «pueden ser ilógicos e irracionales», pero que ésta es una característica que se tolera en pocas dosis en el mundo científico, mucho menos que en el mundo del arte.A nivel general, considera que la sociedad califica a las personas como «mentalmente enfermas» y las deja ahí para toda la vida, como si su mal fuera permanente, algo que no comparte porque perjudica la idea de que es posible recuperarlas.


Desde su experiencia, explicó que los pensamientos de un esquizofrénico «pueden ofrecer una vía de escape» cuando se vive en una situación de estrés y se permite «que esos pensamientos irracionales lleguen a gobernar la mente de la persona». Desde su punto de vista, si la enfermedad mental se considerara «como el resultado de una opción del comportamiento del individuo» sería más fácil acabar con ella o reducirla.


Sea o no una elección individual, la fórmula que aplica a sus pacientes Pedro Ruíz, profesor de Psiquiatría en la Universidad de Texas, tiene en cuenta un alto componente cultural. Ruíz, que asiste al mismo Congreso que Nash, se ha especializado en la salud mental de los inmigrantes en Estados Unidos, aunque sus terapias son trasladables a cualquier país, incluido España.


Cambiar de cultura, según ha constatado Pedro Ruíz, genera un estrés que, en determinadas personas vulnerables, puede acabar en estados patológicos, como depresiones, ansiedad, alcoholismo, drogodependencia o, incluso, el suicidio. «El problema se agrava cuando esas personas acuden al psiquiatra y éste no les entiende; se produce entonces un nuevo choque cultural que les aleja de las consultas». El psiquiatra puso el ejemplo del significado del mal de ojo en algunos pueblos. «Al final, ante un problema mental acuden a un cura o a un espiritista porque el profesional no ha sabido entenderles y eso es debe cambiar», señaló.


Para este experto, si no se cuida la salud mental de los inmigrantes y se impulsa la integración, toda la sociedad lo pagará «porque aquellos que por estar sin tratar pierden su trabajo, acaban en las cárceles y las drogas».


Una vez en la consulta, quizás puedan servirse de las terapias breves de Manuel Trujillo, responsable de Psiquiatría del Hospital Bellevue de Nueva York. «Son terapias efectivas a corto plazo, de entre cinco y 40 sesiones, y tienen resultados positivos en casos de depresiones y trastornos de ansiedad de tipo medio», aseguraba ayer en la sede del Congreso. La clave de Trujillo: dar más protagonismo al enfermo.

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UNA MENTE MARAVILLOSA


Russell Crowe fue el responsable de ser John F. Nash en la película que, en 2001, hizo famosa la intensa vida del matemático. Ayer, Nash se desmarcaba de la historia señalando que «no se trató de hacer un documental sobre mí, sino que pretendía representar cómo la enfermedad mental afecta a nuestras vidas».

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