Gipuzkoa contempla dar refugio a 20 inmigrantes del Aquarius, para lo que el sistema de acogida “ya está articulado”, según informó este periódico la diputada foral de Políticas Sociales, Maite Peña. Con esta cifra sobre la mesa, queda por saber “qué perfiles vienen, porque no es lo mismo que sean menores, mujeres embarazadas, hombres solos o familias enteras”.

“No sabemos más, no sabemos si van a venir todos juntos o escalonadamente”, añadió Peña, que puntualizó que Diputación “está preparando los recursos” para atender a estas personas aunque, de momento, “solo hemos mostrado la voluntad para que vengan y trabajaremos para que la atención sea la correcta”. “Estaremos a la altura, porque Gipuzkoa es un territorio solidario”, concluyó.

Pero los organismos convocantes de la marcha contra la política de inmigración de la UE, que tendrá lugar mañana en Donostia, barajan cifras diferentes a las de la Diputación. Pello Ayerbe, coordinador de SOS Racismo, explicaba que las 62 personas inmigrantes del Aquarius que podrían llegar a Euskadi (el 10% al que se ha comprometido la CAV) serán finalmente menos.

Según detalló, de esa cifra se tendrían que descontar aquellas personas procedentes de lo países con los que el Estado español tiene acuerdo “de devolución directa”, como es el caso de Argelia y Marruecos. Además, tampoco llegarán a Euskadi quienes, por motivos diversos, no pueden tramitar “la demanda de asilo y se quedarán en la calle”.

Una vez en Euskadi, apuntaron, las personas que se acogen al sistema de asilo vigente se enfrentan a una serie de problemas casi insalvables. Uno de ellos es la vivienda. Y es que cuando abandonan el servicio de acogida, en el que permanecen entre 12 y 18 meses, tienen serias dificultades para acceder a una vivienda de alquiler “porque a veces los titulares no se las quieren alquilar y porque el precio de la renta es inaccesible”.

MARCHA REIVINDICATIVAPara reivindicar una “política de acogida” que no propicie excepciones, Ongi Etorri Errefuxiatuak Gipuzkoa, Amnistía Internacional, SOS Racismo, Intermon Oxfam, GOT, Cáritas, Hotz Zarautz, Zaporeak, Salvamento Marítimo Humanitario y Amher, han convocado una marcha en Donostia que se estructurará en doce columnas. Partirán a las 12.00 horas de mañana, de plaza Handi, en Egia;la plaza del Txofre, en Gros y la plaza Alfonso XIII, en el Antiguo.

Los jardines de Alderdi Eder acogerán, a partir de las 13.00 horas, un acto por el que diversas ONG que operan en Gipuzkoa quieren sumar a las suyas las voces de todos aquellos ciudadanos que desean decir “¡Basta ya!” a una situación que “empuja a la gente a emigrar” y denunciar la gestión de la UE ante lo acontecido con el Aquarius.

En el trayecto, según explicó Izaskun Fernández, de Amnistía Internacional, las personas participantes en la marcha avanzarán con sus maletas y sus niños a cuestas emulando a los inmigrantes y lanzando el mensaje de que “en Donostia suenan las ruedas de las maletas, pero no son las de los turistas, sino las de los inmigrantes”.

Fernández apeló a la ciudadanía donostiarra a participar en el acto de mañana, preludio de la conmemoración, el día 20 de junio, del Día Mundial de las Personas Refugiadas.

“Corresponde a la sociedad civil alzar la voz, denunciar esta realidad y poner de manifiesto las razones que empujan a la gente a emigrar”, añadió.

Los convocantes a esta movilización subrayaron, además, que los países de la UE no están cumpliendo con sus compromisos de acogida.

Esa falta de respuesta, añadieron, resulta todavía más sangrante si se tiene en cuenta que en 2016 se registraron “60 millones de desplazamientos forzosos” y se contabilizaron “22 millones de personas refugiadas”, la cifra mayor jamás registrada.

La respuesta del Estado español a lo sucedido con el Aquarius no es, según las formaciones convocantes de la movilización, todo lo “positiva” como se ha querido transmitir. “Que Grande Marlaska diga que los inmigrantes que llegarán a Valencia serán tratados igual que los que llegan en las pateras” no vaticina, a su entender, un futuro muy halagüeño para ellos.

Pero, además, subrayaron que esa decisión de acoger a los 629 inmigrantes del Aquarius manifestada por el Gobierno del Estado, medida adoptada ante una situación límite, “pone en relieve la falta de una política integral de ámbito europeo” que dé una solución definitiva a la acogida de personas refugiadas.

“Hay que cambiar las leyes pero después actuar y ejecutarlas”, demandaron las organizaciones presentes ayer en los jardines de Alderdi Eder, que esperan que la marcha contribuya a cambiar la visión de la sociedad de unas personas “que no vienen a pedirnos nada”.

“A nivel local hay voluntad, pero las competencias son del Estado”.

DONOSTIA- Pello Ayerbe, coordinador de SOS racismo, tiene claro que “si existe disposición de todas las instituciones” en Euskadi, donde existe “experiencia” para ello, “se puede acoger” sin problemas a los inmigrantes. “Con el nivel de vida existente aquí, la sociedad vasca tiene medios para acoger más refugiados”.

Los problemas surgen en el tramo final de la cadena, cuando la “implicación ciudadana” es directa y, por ejemplo, hay que poner a disposición de estas personas viviendas de alquiler.

Además, poniendo el foco en el Aquarius, Ayerbe se muestra convencido de que “si se aplican las leyes estatales” la cifra de inmigrantes que lleguen a la CAV será inferior a la que el Gobierno Vasco ha anunciado que podrá acoger. – A.L.

las claves
DONOSTIA- Alberto Alonso, de Intermon Oxfam, considera que la actitud más proclive a la recepción de inmigrantes es la de las administraciones locales vascas. El problema, señala, es que las competencias en la materia radican “en el Gobierno del Estado”, que “no está canalizando debidamente la cuestión de la acogida”.

“Hay que resaltar la solidaridad de Euskadi pero al final tenemos un Estatuto de Refugiados que viene de arriba y no se ha cambiado en 60 años”, añadió Alonso, que denunció que Europa no haya cumplido sus compromiso en materia de acogida.

“La sociedad civil de Gipuzkoa tiene que dar un paso al frente ante la falta de motivación de los políticos y acabar con la fosa común que es el Mediterráneo”, concluyó. – A.L.