I. R. T.

VALENCIA. La cifra de detenidos por su presunta implicación en el tiroteo de Alzira que el pasado 30 de marzo se saldó con cuatro muertos de etnia gitana pertenecientes a una misma familia se ha visto engordada con el arresto de otras tres personas.

Se trata de tres varones, vinculados al clan de «los Maniguos», que se habían dado a la fuga tras irrumpir fuertemente armados con otras personas en la vivienda del barrio de la Alquerieta en la que residían los Moreno Muñoz, conocidos como «los Kung – Fu» y acribillar a balazos a José, de 53 años, sus dos hijos, Isidro, de 26 y Ramón, de 22, y su hermano Luis, de 37. La esposa del primero y madre de los dos jóvenes, Juana, resultó gravemente herida en el ataque.

Los ahora detenidos habían buscado refugio fuera de la provincia de Valencia, tras lograr burlar el férreo cordón policial que se estableció en Alzira después del tiroteo para localizar a los agresores y evitar que los familiares de las víctimas se tomaran la justicia por su mano. Fue en las inmediaciones de Sarrión (Teruel) donde la Guardia Civil localizó el pasado lunes a uno de los presuntos implicados en el tiroteo. Un día después, el martes, agentes de la Policia Nacional detenían a otras dos personas, dos hombres de 24 y 30 años de quienes también se presume su participación en el crimen. Residen habitualmente en Alzira, pero fueron apresado en una casa de campo ubicada en la localidad turolense de Puebla de Valverde, junto a la autovía Sagunto – Somport. A todos ellos, según la Jefatura Superior de Policía, se les imputan cuatro delitos de homicidio y otros tantos de lesiones.

Con éstas ya son nueve las personas detenidas por su presunta participación en la reyerta, ya que a las pocas horas del suceso fueron arrestadas seis personas. Cuatro de ellas ingresaron en prisión sin fianza por orden del titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Alzira, que dejó en libertad a otras dos. Ha decretado secreto de las actuaciones. Al cierre de esta edición, se desconoce si había tomado alguna decisión respecto a los tres detenidos.

La Policía no da por cerrada la investigación y no descarta que en los próximos días se produzcan más arrestos. Se estima que el ataque fue perpetrado por un grupo de más de quince personas, muchas de las cuales habrían llegado a Alzira con el único propósito de participar en la agresión.

El detonante del ataque fue, según la Policía, la disputa por la custodia de un menor fruto de la relación entre un joven de «los Kung – Fu», fallecido en el tiroteo, y una adolescente de «los Manigua». Los familiares de las víctimas niegan este extremo y aseguran que el desencadenante de la tragedia fue una discusión entre los dos jóvenes por el uso de un teléfono público. No se descarta el móvil del ajuste de cuentas por tráfico de drogas. Víctimas y agresores tenían antecedentes.