La justicia húngara ha condenado a 25 años de prisión a cuatro de los traficantes juzgados por la muerte por asfixia de 71 migrantes que viajaban a bordo de un camión frigorífico en Austria en agosto de 2015. Los hechos conmocionaron a la opinión pública mundial. El Tribunal de Kecskemét ha impuesto penas de al menos cinco años a los otros diez acusados de la muerte de los refugiados, entre los que se contaban cuatro menores, según informan los medios húngaros.

El juicio ha durado un año, y el fiscal Gabor Schmidt había pedido cadena perpetua para cuatro de los 14 acusados. Y también que para tres de ellos la pena fuera irreducible, una posibilidad que existe en derecho húngaro. 

Las víctimas —59 hombres, ocho mujeres y cuatro niños, incluido un bebé— eran originarias de Siria, Irak y Afganistán y habían subido al camión el 26 de agosto de 2015, cerca de la frontera serbia en Hungría,  con la esperanza de llegar a Alemania, en el momento álgido de la crisis migratoria.

Hacinados en el compartimento herméticamente cerrado del vehículo, murieron de asfixia en menos de tres horas después de que los traficantes se negaran a parar para dejarles respirar aire fresco pese a sus gritos de socorro.

El camión, de 7,5 toneladas de una empresa de alimentación y con matrícula húngara fue hallado abandonado en una zona especial para vehículos averiados del arcén de la autopista A4, cerca de la localidad de Parndorf (Austria).