El asesinato de una joven a manos de un refugiado aviva el debate migratorio en Alemania
Un iraquí de 20 años, al que se le había denegado su petición de asilo, estranguló a la adolescente y huyó del país
El País, , 10-06-2018La Policía no tardó en descubrir que Bashar y su familia habían abandonado el país el 31 de mayo con documentación falsa. Desde el aeropuerto de Düsseldorf partieron a Estambul y, desde allí, hasta la ciudad kurdoiraquí de Erbil. La Policía aclaró que en los billetes de avión figuraban nombres distintos a los de sus documentos de residencia en Alemania.
De acuerdo con el informe policial, la estudiante fue estrangulada. Tenía signos de violencia en el cuello, según explicó el fiscal sin entrar en más detalles. Los investigadores creen que la joven fue asesinada para encubrir una violación. Según la Policía, la estudiante acudía con frecuencia al centro de refugiados en Wiesbaden, ya que conocía al hermano del iraquí sospechoso. El cadáver fue hallado en un agujero en un terreno de difícil acceso.
Gracias a la denuncia de un familiar, el pasado viernes fue detenido en la ciudad de Zakho. Su deportación a Alemania fue cosa de horas y poco antes de las nueve de la noche del sábado, Ali Bashar, volvió a pisar tierra alemana, pero esta vez, esposado y encadenado en las piernas.
Ali Bashar había llegado a Alemania junto a su familia en 2015 y vivía en un albergue de refugiados en la zona de Erbenheim, en Wiesbaden. Su petición de asilo fue rechazada a finales de 2016, decisión contra la que el joven interpuso un recurso.
La clase política reaccionó de forma moderada, pero la líder del grupo parlamentario del partido Alternativa para Alemania (AfD) pidió en Twitter la dimisión del Gobierno alemán, argumentando que Susanna “es una víctima más de la hipócrita y egoísta política de bienvenida a los refugiados llevada a cabo por la canciller”. Otros políticos apuntaron a posibles errores de las autoridades y se preguntaron atónitos cómo había sido posible que la familia del agresor hubiera podido salir del país con identidad falsa.
Annalena Baerbock, copresidenta de Los Verdes, exigió que "la ley recaiga con toda su fuerza contra el asesino” de la joven "para que su muerte no siembre el odio”. Baerbock apuntó que se corre el riesgo de que parte de la población alemana ponga aún más bajo sospecha a los refugiados.
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