Un centenar de detenidos de una red de prostitución
La organización rusa se extendía por Andalucía, Aragón y Tenerife
Canarias 7, 19-04-2006
Madrid
Las mujeres entraban de forma ilegal en España y eran forzadas a trabajar en distintos burdeles. Se veían obligadas a ejercer la prostitución para pagar la deuda que habían contraído con los traficantes por el viaje y los visados para entrar en España.
En la capital tinerfeña fueron detenidos el 17 de noviembre de 2005 un israelí y una rusa tras el registro realizado en una vivienda de la calle San Francisco 115, donde la policía intervino un ordenador portátil, una pistola simulada Glock 17, así como nueve teléfonos móviles, permisos de conducir rusos y cuatro cartillas bancarias.
Los detenidos en Santa Cruz de Tenerife son el israelí Pavel I., de 45 años, y la rusa Irina K., de 28, quienes han sido acusados de delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, contra los derechos de los trabajadores y relativos a la prostitución.
Según la Dirección General de la Policía, los responsables de esta red se habían afincado en España, aunque la organización contaba con una amplia infraestructura en Rusia.
Ha sido necesaria una investigación de casi un año para desmantelar la red. Todo comenzó en Moscú. En la capital rusa, las mujeres eran captadas por un hombre que utilizaba los nombres de Andrei, Yuri o Yan, y que, previo pago, se encargaba de la compra de los billetes de avión, la obtención de los pasaportes y los visados para entrar en países del territorio Schengen que expedía la embajada de Francia en Moscú. Las mujeres captadas acumulaban en ese momento una deuda de 1.200 euros que debían pagar con su trabajo en los prostíbulos en España.
El captador
El punto de destino en España era Almería, ciudad en la que estaba domiciliado el captador Andrei.
Las mujeres viajaban en autobús de Moscú a la ciudad alemana de Stuttgart y desde esta localidad en avión hasta Almería. En esta fase de la operación, las víctimas pasaban a ser propiedad de los proxenetas españoles que compraban la deuda a los traficantes rusos, aunque también cabía la posibilidad de un pago a plazos.
Desde la ciudad andaluza, algunas mujeres eran trasladadas a Granada para trabajar en clubes de alterne, entre ellos el Punto G. Durante esta operación policial, los agentes encontraron en ese burdel granadino a 15 rusas que se alojaban en una vivienda alquilada.
Otras víctimas eran trasladadas a una vivienda unifamiliar en Córdoba, donde prestaban sus servicios bajo la supervisión de una mujer de 65 años, que tenía establecido un sistema de multas para agrandar la deuda. Las mujeres eran sancionadas económicamente por las quejas de los clientes o por dejarse la luz encendida.
Casi 200 mujeres engañadas
Anuncios. Una de las víctimas logró escapar de Córdoba y se desplazó a Tenerife, donde volvió a caer en manos de la red de traficantes. En la isla canaria, los captadores publicaban anuncios en el periódico en ruso MK con ofertas indeterminadas de trabajo por un sueldo de 6.000 euros mensuales.
200 víctimas. La Policía asegura que al menos 190 mujeres rusas cayeron en este tráfico de seres humanos. La cifra fue calculada por la Policía porque los billetes de avión se compraban con una tarjeta de crédito de una mujer rusa que tenía contabilizados hasta 190 reservas de pasajes en las líneas Air Europa, Air Berlín y en la línea alemana LTU12.
En Alemania. El hilo para llegar al ovillo de la operación surgió a fines de 2004 en el aeropuerto germano de Dusseldorf, cuando un grupo de ocho mujeres rusas confesaron, antes de ser devueltas a su país, que su destino era España para ejercer la prostitución en burdeles de una red de traficantes de su país.
Los detenidos. La Policía detuvo en Almería a 44 mujeres rusas y a cinco hombres, tres de esa misma nacionalidad y dos españoles. En Córdoba, fueron capturadas cuatro rusas, dos rumanas y una venezolana que ejercían la prostitución así como dos españolas que controlaban a las extranjeras, dos estadounidenses y dos mujeres de Marruecos y Rumanía.
Un testigo protegido
Los policías pudieron rescatar en el momento de su llegada al aeropuerto de Los Rodeos en Tenerife, procedente de Madrid, a una nueva joven que había sido previamente captada, a través de los anuncios de un periódico ruso, prestando declaración como testigo protegido. En la operación, fueron registradas tres viviendas y tres clubes de alterne en Almería, otros dos prostíbulos y dos domicilios en Granada, un burdel y una vivienda en Córdoba, y sendos domicilios particulares en la capital aragonesa y Santa Cruz de Tenerife. Fueron intervenidos cerca de 25.000 euros en metálico, dos armas de fuego y un machete, entre otras cosas.
(Puede haber caducado)