Los jornaleros africanos que trabajan en los campos de la calabresa Gioia Tauro (sur de Italia) llevaron hoy a cabo una huelga para protestar contra el asesinato a tiros en el fin de semana de un inmigrante, para el que exigieron “justicia”.

El Sindicato Unificado de Base (USB) ha impulsado una huelga en esta zona meridional en la que trabajan cerca de 4.000 jornaleros inmigrantes en la recogida y distribución de fruta y la mayor parte de ellos reside en el precario campamento de San Ferdinando.

La protesta se da después de que la noche del sábado una persona disparara con un fusil a tres inmigrantes mientras recogían material para construir chabolas en una fábrica abandonada del municipio de San Calogero, asesinando a uno de ellos e hiriendo a otro.

La víctima mortal fue el maliense Sacko Soumayla, adscrito al sindicato USB y comprometido en la lucha por los derechos de los peones, mientras que uno de sus acompañantes fue herido en una pierna y el otro resultó ileso.

El herido, Dram Madiheri, maliense de 39 años, ha explicado que el autor del asesinato es un hombre “blanco” que llegó a bordo de un coche Fiat Panda y abrió fuego contra ellos, disparando 4 tiros.

La teoría más acreditada es que tras el crimen esté la mafia, pues la fábrica está abandonada e incautada por la justicia calabresa desde hace una década después de que se descubriera que en su subsuelo fueron desechadas toneladas de residuos tóxicos.

Decenas de inmigrantes que trabajan en los campos de cítricos calabreses se manifestaron este lunes en las proximidades de Gioia Tauro al grito de “justicia”, “Soumayla uno de nosotros” o “basta racismo”, según informan los medios locales.

Y ninguno de los inmigrantes del campamento de San Ferdinando ha acudido a las naves en las que los patrones eligen cada día a los inmigrantes que llevar a sus campos para que los trabajen.

Desde el sindicato denuncian en un comunicado que el suceso fue “contra ‘un extranjero’, el negro malo que reenviar a su país de origen”.

Y lamentaron las palabras del nuevo ministro del Interior y vicepresidente, el líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, quien ha reiterado su deseo de aumentar la expulsión de inmigrantes y ha avanzado que, con su llegada, se les “ha acabado el chollo”