Barcelona vela por los derechos humanos

La Oficina por la no discriminación atiende de manera gratuita y confidencial a las personas que han vivido una situación discriminatoria

El Periodico, Luis Benavides, 21-05-2018

Después de seis años siguiendo un tratamiento para cambiar de sexo, Verónica sufrió una discriminación en un hospital. Había conseguido fecha para realizarse una vaginoplastia en el 2013, pero en el último momento se le cerraron las puertas del quirófano. Argumentaron que debido a la crisis, se habían visto obligados a reducir a 8 el número de operaciones de este tipo al año. Sin embargo, una chica más joven y que llevaba menos tiempo con el tratamiento le pasó por delante.

Cuando reclamó por escrito al centro médico le respondieron  que no la podían operar por ser mayor de 50 años. “En la asociación Acathi (Asociación Catalana para la Integración de Homosexuales , Bisexuales y Transexuales Inmigrantes) me recomendaron que fuera a la Oficina por la No Discriminación y allí recibí el asesoramiento de abogados especializados”, recuerda esta mujer con nacionalidad española de origen colombiano.

Ser discriminada por su edad  pasó factura emocional y  psicológicamente a esta vecina de Nou Barris. “¿Discriminada en Barcelona? ¿En una ciudad tan moderna y cosmopolita?Afortunadamente tuve el apoyo de muchísima gente. Recogimos 25.000 firmas en la plataforma Change.org, conseguimos que el caso llegara al ‘Conseller de Salut’ y finalmente me operaron”, añade Verónica, quien no tiene problemas para explicar su batalla a todos aquellos que pasan por algo parecido. “No solo se abrieron las puertas del quirófano para mí. Mi caso ha ayudado a mucha gente: ahora operan a 30 personas cada año”, subraya satisfecha.

Casos de discriminación similares al de Verónica y de todo tipo hay más en la ciudad de Barcelona, pero faltan datos para conocer su verdadera dimensión cuantitativa y cualitativa. En demasiadas ocasiones las víctimas de una discriminación o un delito de odio no saben que pueden denunciarlo o no se atreven a hacerlo por varios motivos como la falta de confianza en las administraciones o miedo a las posibles represalias.

En este contexto nace la Oficina por la No Discriminación,  un servicio municipal gratuito y confidencial creado en 1998 cuyo objetivo es defender, proteger y garantizar los derechos humanos en la ciudad. “Aquí se atienden a todas las personas víctimas de una discriminación, entendida como una vulneración de derechos”, puntualiza Aida Guillén, directora de Serveis de Drets de Ciutadania i Diversitat del Ayuntamiento de Barcelona.  

El equipo de la oficina incluye psicólogos, educadores sociales y abogados. “Para los casos más relevantes emocionalmente, tenemos un servicio especializado en la vertiente educativa y social, encargado de acompañar desde un punto de vista psicosocial a la persona que ha sufrido un trato discriminatorio. Por otro lado, la oficina dispone de un grupo de cinco abogados encargados del asesoramiento jurídico”, explica Guillén. Los cinco abogados de la oficina – cuatro mujeres y un hombre – analizan caso a caso para confirmar si se vulnera algún derecho y, en caso afirmativo, orientan a las víctimas de esta discriminación para que puedan tomar la decisión más  adecuada. Las demandas se pueden vehicular hacia procedicimientos  administrativos, judiciales o de mediación con el objetivo de reparar el daño causado. 

Este servicio dirigido a atender las vulneraciones de derechos humanos relacionadas con los diferentes ámbitos de la discriminación pionero en Europa recibió un nuevo impulso en el 2016 tras la aprobación de la medida de gobierno ‘Programa Barcelona Ciutat de Drets’. Guillén explica que la oficina “fue un referente en su momento y marcó una línea en toda Europa” aunque “perdió fuera en los últimos años, asfixiada económicamente y con un equipo humano precarizado”. La remozada oficina, con una instalación modernizada y ampliada en el 32 de la calle de Ferran, en el corazón de la ciudad, denota una clara voluntad política. “El actual gobierno municipal ha apostado fuerte en este servicio ”, subraya la directora de Servesi de Drets de Ciutadania i Diversitat.

Muchas de las víctimas no denuncian, en primer lugar, por la normalización de esa discriminación y, en general, un desconocimiento de sus derechos. Tampoco ayuda la falta de confianza en la utilidad de una denuncia, el miedo a las posibles represalias y la desconfianza en los cuerpos de seguridad. “La foto que tenemos de la discriminación en Barcelona no es la foto real. Existe una infradenuncia porque muchas personas ni denuncian ni se acercan a la administración porque creen que no servirá de nada”, lamenta Guillén, quien espera que el número de denuncias presentadas en la oficina se dupliquen.

En la última etapa de la Oficina por la No Discriminación se ha puesto el acento en la prevención. Esta estrategia tiene dos grandes pilares: la sensibilización y promoción de los derechos humanos, y la formación de la ciudadanía desde el Centro de Recursos de Derechos Humanos.  “Además de acompañar, atender y asesorar a cualquier persona que ha vivido una situación de odio o discriminación, también se trabaja en la prevención y la divulgación en colaboración con las entidades del territorio,que juegan un papel fundamental”, subraya Guillen, en referencia a los talleres de sensibilización, cinefórums y cursos ofrecidos en la sala grande de la oficina, abierta al público de lunes a viernes.  

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