Los expertos que han participado en el ciclo “La inmigración exterior en la Unión Europea: retos vs.oportunidades”, impulsado por la Obra Social “la Caixa”, han concluido que las políticas de inmigración de la UE “son insuficientes”.

El informe trabajado en los seminarios durante el ciclo, cuyas conclusiones ha presentado esta tarde en el Palau Macaya de Barcelona el Consell Català del Moviment Europeu, se enviará a las máximas autoridades europeas.

Desde el pasado mes de noviembre, el ciclo ha congregado a expertos y técnicos en inmigración europea que han trabajado en tres seminarios con el fin de evaluar los retos que plantea actualmente la inmigración a la UE desde el ámbito social, medioambiental, económico y desde el punto de vista de la seguridad.
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El informe final reclama, entre otras cosas, establecer una norma común para regular la entrada de las personas extranjeras; una regulación adecuada del mercado laboral; y el cambio del modelo productivo para atraer un nuevo perfil de inmigrante.

Los coordinadores de los seminarios Ángel Castiñeira, director de la Càtedra Liderajes y Gobernanzas Democráticas de ESADE; Ana Terrón, presidenta ejecutiva de Instrategies; y Jordi Bacaria, director del CIDOB y catedrático de Economía a la UAB, han sido los responsables de explicar las conclusiones, que harán llegar a las más altas instituciones europeas.

El informe ha concluido que la libre circulación de personas hoy está limitada y la carencia de consenso en la gestión de las migraciones es un factor importante de disgregación dentro de la UE.

Respecto a la igualdad de oportunidades, el análisis subraya que dentro del espacio de libertad, de derecho y de justicia que ofrece la UE a sus ciudadanos, conviven dinámicas integradoras y dinámicas disgregadoras.

Una situación que también se vive en el espacio económico con las normas del mercado de trabajo y el pilar social.

Alertan asimismo que la falta de conocimiento de la diversidad complica la integración social porque conduce a la vulneración de derechos que van más allá de la extranjería, y a la pérdida de derechos a todos los efectos.

Por eso, respecto la gestión de la inmigración y la extranjería el documento recomienda ampliar la dimensión comunitaria de las políticas de asilo y migración; establecer una norma común para regular la entrada de las personas extranjeras y de las que pretenden acceder al mercado laboral; avanzar en una regulación más general de migración a la UE y garantizar las especificidades de las políticas de asilo y de protección de las personas que lo requieren.

Respecto a la gestión del mercado de trabajo, el estudio concluye que hay que evitar la segmentación del mercado laboral; integrar el debate sobre derechos laborales de los extranjeros; adherir la UE y los Estados miembro a los convenios OIT sobre trabajadores migrantes, y avanzar en el pilar social europeo, que tendría que pasar a ser un marco normativo.

Las conclusiones también aconsejan, entre otras medidas, trabajar desde las ciudades con la idea de vecindad para normalizar la diversidad, un hecho que ayudaría a recordar la propia diversidad europea.

Garantizar el derecho de voto en las elecciones locales; ampliar y reforzar el discurso tradicional de derechos; reforzar la aplicación de la legislación antidiscriminación y garantizar el acceso real a la justicia, para que los migrantes tengan los roles de actores sociales, éticos y políticos que les corresponde, son otras de las propuestas.