El primer ministro griego, Alexis Tsipras, reconoció hoy en Lesbos que se cometieron “errores” y todavía existen muchas deficiencias en la gestión de la crisis de los refugiados en las islas del Egeo, pero prometió que se hará todo lo posible por subsanarlas con rapidez.

En un discurso pronunciado durante una conferencia regional sobre el Egeo Septentrional celebrada en esta isla, Tsipas afirmó que el Gobierno griego tiene previsto aplicar en breve un programa para mejorar las infraestructuras de los refugiados y brindar a los ciudadanos una “sensación de seguridad”.

Tsipras hizo estas declaraciones en un momento en que se multiplican las protestas de los habitantes contra la falta de actuación por parte del Gobierno y la Unión Europea (UE) para resolver el problema de sobrepoblación en los campos de refugiados.

Con motivo de la visita de Tsipras, alrededor de un millar de ciudadanos se habían concentrado en el centro de Mitilene, la capital de Lesbos, para protestar contra la política migratoria de la UE y exigir al Gobierno el traslado de refugiados a la parte continental.

En Lesbos se concentran cerca de 9.000 refugiados en varios campos diseñados para acoger tan solo a la mitad.

La visita de Tsipras estuvo acompañada además de una huelga de 24 horas de los comerciantes de la isla en protesta contra la abolición del régimen especial del IVA.

Hasta ahora la isla gozaba de un IVA reducido que a partir de julio pasará a ser del 24 %, el mismo que rige en el resto de Grecia.

La subida del IVA debía haberse producido ya en 2016 a petición de los acreedores de Grecia, pero el Gobierno izquierdista amplió el régimen insular en las islas del Egeo golpeadas por la crisis de refugiados.

A cambio de la subida de la presión fiscal, el Gobierno ofreció compensaciones en coste del transporte a las islas afectadas.

Hoy Tsipras prometió que estudiará la posibilidad de incluir también rebajas en el precio del combustible.

La policía había desplegado un fuerte dispositivo y había establecido un cordón en el puerto de Mitilene para evitar que los manifestantes se acercasen a los miembros del Gobierno que participaron en la conferencia.

Pese a ello se produjeron enfrentamientos aislados que la policía reprimió con gases lacrimógenos.