El Comité Territorial de Apelación de la Real Federación Galega de Fútbol ha aceptado el recurso presentado por la S.?D. San Lorenzo de Berdillo contra la sanción fijada en primera instancia por el ente federativo por los graves insultos, incluso racistas, recogidos en el acta por el colegiado del encuentro entre el cuadro carballés y el Bertamiráns el domingo día 15 en As Pedreiras, que finalizó con triunfo para los de Ames (1-3). Por estos hechos, la federación había decretado que el duelo de este domingo entre el San Lorenzo y el Baio se jugase a puerta cerrada, además de establecer una multa de 301 euros.

Ante esta resolución, el club carballés presentó un recurso ante el comité de apelación. En el San Lorenzo alegaron indefensión y desproporcionalidad en la sanción fijada. En el club están muy molestos con la actitud del colegiado Denis Añón Salgueiro al entender que en «ningún momento del partido requirió al delegado de campo para que interviniese y reprimiese el comportamiento racista e intolerante de ese sector de la grada». Esgrimieron que «de la literalidad del acta, se puede deducir que por el volumen de los cánticos y protestas eran únicamente perceptibles por el colegiado asistente número dos [Gabriel Rodríguez Leva] y, por tanto, imperceptibles para el colegiado principal y los responsables del club». En la directiva consideran que el árbitro debía parar el encuentro, solicitar la presencia del delegado de campo o de un directivo y proceder a identificar a la persona o personas que profirieron esos gritos y, si así lo pide, proceder a la expulsión de estos aficionados de As Pedreiras: «O que non pode ser é que o colexiado puxera todo iso na acta, que non se nos notificara nada para actuar como establece a norma», apuntó ayer el presidente del San Lorenzo, Jaime Suárez.

Proporcionalidad

En el San Lorenzo entienden que en la sanción no se respeta el principio de proporcionalidad. Y pusieron como ejemplo al Piloño, sancionado con 60 euros por invasión de público al terreno de juego, lo que supuso la suspensión del partido». Por lo tanto, el club considera que los hechos ocurridos hace un par de semanas contra el Bertamiráns, deberían ser tipificados como falta leve, que conllevaría una multa de 60 euros.

Estos argumentos fueron tenidos en cuenta por el Comité Territorial de Apelación, ya que «lo cierto es que, en referencia a estos cánticos debe ponerse de manifiesto no solo que no se concretó [en el acta] el momento en que fueron proferidos, sino que el árbitro no había advertido de tales circunstancias al delegado de campo, y de ser así, no procedió a la interrupción o suspensión del partido», por lo que, a juicio del comité de apelación, la sanción fijada en primera instancia no se ajustó a derecho y, por tanto, anuló la orden de jugar el próximo partido a puerta cerrada y reduciendo la multa económica de 301 euros a 60.

El presidente del San Lorenzo de Berdillo, Jaime Suárez, se mostró ayer muy satisfecho por esta resolución que, según él, se ajusta más a lo que establece el código disciplinario: «Creo que se fixo xustiza con nós e logramos limpar o nome do San Lorenzo, porque non é un club racista, como tampouco o son os seus afeccionados. Sentímonos en todo momento sinalados na acta. Entendemos que todo isto púidose evitar se o árbitro solicita dende o primeiro momento a intervención do delegado de campo ou dalgún directivo, pero non foi así».

Medidas

Jaime Suárez anunció que el club había colocando papeles en varios puntos del municipal de As Pedreiras instando a los seguidores a comportarse de forma cívica para evitar nuevos episodios desagradables en el futuro.