REPORTAJE
Lecciones de inmigración
El Periodico, 16-04-2006“Nosotros vinimos porque no teníamos dinero ni posibilidades y entonces allí se escuchaba que en Barcelona o Alemania se ganaba mucho dinero. Y yo tenía que buscar un puesto de trabajo para mantener a mi marido, pagar todo lo que debía y comer”.
Estas palabras podrían ser los de cualquier inmigrante recién llegado de Marruecos, China o Pakistán. Pero no es así. Son los recuerdos de una mujer llamada Inés, que dejó Sevilla en los años 50 para buscar una vida mejor en Badalona. Han pasado casi 60 años. Sin embargo, los argumentos que esgrime para justificar la inmigración actual son casi los mismos de los de entonces.
El testimonio de esta mujer es uno de los más de 100 recogidos en el libro La immigració a Badalona durant el secle XX, una obra realizada por estudiantes de la ciudad que han entrevistado a sus abuelos y familiares para conocer las causas que les llevaron a dejar sus puntos de origen y entender mejor el actual proceso migratorio
“Veníamos como pollitos”
“Viajamos en un tren de madera. Veníamos como pollitos, y así llegue, con una maleta atada con una cuerda, hasta que entré en Barcelona”, recuerda esta anciana en el libro. Otros testimonios hablan de viajes de varios días e incluso de buses piratas. ¿Hay alguna diferencia con las actuales pateras?
Tanto los autores del libro como los que lo han leído destacan que la importancia de la obra es que está escrita por los propios protagonistas, sin pasar por el tamiz de los historiadores. Testimonios “crujientes, estremecedores e impactantes”, según señala Paco Candel en el prólogo. El escritor les llama Els altres badalonins, recordando su obra Els altres catalans, una de las primeras sobre el fenómeno migratorio.
El libro da una gran lección: “Todos tenemos un pasado familiar y, en un momento de éste, alguno de nuestros antepasados llegó a Badalona de uno u otro lugar”, dice Esther Gurri, del Museu de Badalona, entidad que ha editado la obra. De un plumazo, Gurri se carga a los BTV, aquellos que en la ciudad se hacen llamar “badalonins de tota la vida” para diferenciarse de los que emigraron.
La publicación no es la única actividad que ha organizado este mes el museo badalonés sobre el fenómeno migratorio. Hasta tres exposiciones coinciden para ofrecer diferentes puntos de vista sobre este proceso. La primera es un recorrido autobiográfico de la vida de Paco Candel a través de la cual se puede tener una perspectiva de lo sucedido durante aquellos años. Otra muestra es sobre el papel que las asociaciones de vecinos y de su lucha en la construcción de la Badalona actual.
Condiciones inhumanas
La tercera exposición muestra los diferentes movimientos migratorios que ha sufrido el municipio, desde finales del siglo XIX al flujo actual de ciudadanos de países del Tercer Mundo.
Una buena manera de comprender el impacto que sufrió una ciudad que multiplicó su población por 12 durante el siglo pasado, pasando de los 19.000 habitantes que tenía a principios de siglo hasta los 227.000 de 1980. Y de las condiciones de vida de los recién llegados, a menudo inhumanas, concentrados en campos de barracas sin ningún servicio básico.
Una de las principales aportaciones de esta muestra es un video que intercala imágenes del día a día de los inmigrantes de los años 50 y 60 (el viaje, la llegada, la vivienda y el trabajo, por ejemplo) con imágenes de la inmigración actual. Cambia el blanco y negro por el color, pero en el resto, los paralelismos y semejanzas son totalmente evidentes.
Quizás si uno no olvida su origen sea más fácil entender la situación actual y ayudar a poner los medios para que no se repita la cara más oscura de la inmigración. O como dijo el conseller de Relacions Institucionals, Joan Saura, en la presentación del libro: “Recordar el pasado es clave para afrontar el nuevo reto migratorio”.
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