Los kayucos por llegar

Diario Vasco, 16-04-2006

Resultan por lo menos alarmantes, los datos que se ofrecen a la opinión pública al cierre del trimestre, del primer trimestre del año. Con el empleo de lo que podríamos tildar de otros medios de transporte, las entradas de inmigrantes, se convierten en más masivas e inhumanas. Se ven superados todos los pronósticos, todas las cifran habidas y por haber. De hecho, en el primer trimestre, sólo en esos tres meses, han llegado a las tierras españolas, más personas que en todo el año pasado. Ahora, le ruego se replanteen que los meses venideros, los que están por llegar, dada su mejor bonanza climatológica, favorecen más y mejor, el trasiego de personas, bien sea por vía terrestre, bien por vía marítima.

La alambrada, las pateras, e incluso los kayucos (nave de los pescadores mauritanos) dejan paso a buques, que antes de ir al desguace hacen su último viaje, con una carga de afinamiento humano, buque, que son chatarras flotantes, vienen desde lugares cada vez más lejanos, intentando pasar por alto los controles para conseguir desembarcar un sueño.

Seis días con sus noches, son los que pasan hasta ahora los viajantes de los kayucos desde su origen en Mauritania, más de sesenta personas en una embarcación de veinte metros por tres, si llega de ancho, el mar les sorbe la vida, a la vez que les da la esperanza.

Pero, ¿no queremos poner remedio?, o es qué no queremos ponérselo, lo cierto es que en muchos sitios, la situación se convierte en insostenible. Primero, porque no podemos olvidar que son personas las que llegan, y como tal tienen unos derechos, y además ¿por qué no tienen derecho a soñar y a realizar sus sueños?, y segundo, nosotros, tenemos unos pueblos, unas zonas rurales, en «barbecho social», bien podrían ellos volver a dar vida a esos entornos despoblados, de un país, de una sociedad, que para ellos ofrece mucho, por de pronto ofrece la vida, que en sus países de origen no la tiene garantizada.

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