Abdullah Tarakhel: "Por primera vez en mucho tiempo siento que tengo futuro"
Huyó de la guerra afgana y hoy trabaja en un supermercado de Terrassa mientras se resuelve su solicitud de asilo
El Periodico, , 20-04-2018Usted, lector, sabe o intuye que detrás del cajero boliviano del supermercado o de la asistenta ecuatoriana o del obrero senegalés de la construcción puede haber una gran historia, una historia épica; que puede haberla, o no; a veces no la hay. Las historias épicas de la inmigración. Usted, lector, si alguna vez entrara en un supermercado de Terrassa, el supermercado en particular donde trabaja Abdullah Tarakhel, y viera el rostro de este hombre saludándolo afablemente, usted pensaría, como suele pensar, que quizá hay una historia épica detrás de esa sonrisa. Pues bien: en este caso en concreto, tendría razón.
-Afganistán, ¿no? Cuénteme por qué se marchó.
-Me marché de mi país… Me marché de mi pueblo porque era un pueblo en situación de guerra. Había presencia tanto de los talibanes como del ISIS. Estaba todo muy mal allí.
-¿Cuándo se fue?
-En el 2015. Tres meses después de que muriera mi madre por un problema de corazón.
-Entiendo. Pero dejó familia allí, supongo. Su padre, algún herman…
-No, no. Mi padre murió cuando yo tenía 7 años. Era policía y lo mataron los talibanes. Tengo una hermana que está casada y que todavía vive allí.
-¿Qué hizo? ¿Cómo salió de allí?
-Salí por la frontera de Irán. Fue un largo viaje. Irán, Turquía, Bulgaria, Serbia, Alemania, Dinamarca, Suecia… Así hasta que llegué a Noruega. Mi tío me aconsejó que fuera a Noruega. Me dijo que allí podría estar bien.
-¿Cuánto tardó?
-¿En llegar a Noruega? Un año y medio. Fue un largo viaje.
-¿Y cómo acabó aquí?
-Mire, en Noruega estuve viviendo un tiempo en una casa de acogida, bajo la tutoría de una abogada. Mi madre noruega, la llamo yo. Fue una época muy buena. Yo no tenía intención de venir a España, pero alguien me explicó que aquí, como soy menor de edad, sería más fácil conseguir papeles, así que un día cogí un tren y me vine para acá. No podía arriesgarme a que me deportaran.
-¿Y qué pasó?
-Me presenté en la policía y dije que era de Afganistán y menor de edad. Me llevaron a un centro de menores. A Mas Pins.
-Dígame, legalmente hablando, ¿cuál es su situación actual?
-Legalmente hablando soy solicitante de asilo. Mi solicitud está en trámite.
-¿Aún es menor de edad?
-Sí, todavía. Tengo una tutora y vivo en un piso de acogida en Sabadell, pero pronto voy a cumplir los 18 y todo eso se va a acabar. Pero estoy bien. Estoy contento. Tengo trabajo en un supermercado y tengo futuro. Por primera vez en mucho tiempo siento que tengo futuro. He tenido mucha suerte, la verdad. Tengo mucho que agradecerle a dios.
-¿Es creyente? ¿Reza?
-Cuando puedo voy a la mezquita, sí.
-Tener futuro es tener planes. Cuénteme, ¿qué planes tiene?
-Tengo ganas de aprender. Sé que tengo que estudiar. Me gustaría ser mecánico o electricista, o ambas cosas.
-Ahora que lo pienso… Estuvo un mes y medio viajando. ¿Su familia no supo de usted durante todo ese tiempo?
-No supieron de mí durante mucho tiempo, sí. Cuando al final pude llamar hablé con los dos por teléfono, con mi tío y mi hermana. Lloraban de la emoción. Para mí es duro pensar en todo lo que me ha pasado en la vida. Mucho dolor. Mucho dolor.
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