El concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero, ha insistido esta mañana durante la comisión de su área, que el senegalés Mame Mbaye murió por consecuencia del “racismo institucional” que sufren los inmigrantes en España. El edil ha adelantado que ha remitido a la fiscalía tres denuncias de ciudadanos por la intervención de los agentes durante los disturbios que siguieron al fallecimiento de este vecino en el barrio de Lavapiés el pasado 14 de marzo.

El grupo municipal popular ha pedido la comparecencia de Barbero ante la gravedad de los disturbios registrados en el céntrico barrio. La edil del PP Inmaculada Sanz ha reprochado al concejal de Ahora Madrid la falta de información sobre estos altercados y la inactividad que tuvo durante los mismos. Le ha acusado de que su silencio, pese a disponer de toda la información, aumentó los enfrentamientos con la policía. “Calló y otorgó. No quiso aclarar nada porque en el fondo le interesaba que se incendiara Lavapiés como se incendió”, ha afirmado Sanz.

Javier Barbero ha tirado de estadística y de estudios médicos para incidir en que los inmigrantes sin papeles sufren mayores problemas y enfermedades que el resto de la población. Entre ellos, les afecta más el estrés crónico producido por “tener que correr, huir, sufrir pánico en el cuerpo y un miedo constante” que pueden afectar a problemas congénitos de corazón, como el que sufría Mbaye. Ha hablado en todo caso de “exclusión social”.

En ese sentido, el delegado ha dicho que se han tramitado todas las denuncias sobre la “posible mala praxis” de la Policía Municipal en la intervención con los manteros, de las cuales “tres” están en manos de la Fiscalía. “Investigar es poner en valor a un cuerpo de excelencia”, ha defendido el concejal.