Un grupo de ocho personas armadas secuestró el pasado miércoles a un joven magrebí, hijo de los propietarios de un locutorio de Manlleu (Barcelona). Después de obligarlo a subirse en un coche, desaparecieron sin dejar rastro.

Las primeras hipótesis policiales apuntan a un posible ajuste de cuentas relacionado con la delincuencia y el tráfico de drogas como motivos del secuestro.

Los hechos tuvieron lugar el miércoles a las 20.20 horas. Una joven que se encontraba en un establecimiento al lado del locutorio observó cómo dos vehículos estacionaban delante del local y de ellos salía un grupo de personas. Estas entraron en el locutorio y sacaron a punta de pistola a un chico de entre 18 y 20 años, al que obligaron a subir a uno de los coches. Algunos testigos aseguran que parecía un secuestro organizado y premeditado y que todo se produjo con mucha rapidez.

Agentes de la Policía Local y 15 mossos llegaron al lugar de los hechos en pocos minutos. La policía pudo recoger algunas pruebas, como el cargador de una pistola y unas esposas. También encontraron un zapato y muestras de sangre del secuestrado, que fue golpeado en la cabeza mientras fue obligado a salir. Los asaltantes dejaron el otro vehículo, que está siendo analizado por los Mossos d’Esquadra.

Fuentes policiales explicaron que ni la familia del secuestrado ni ninguna otra persona han presentado una denuncia al respecto, ni tampoco los presuntos secuestradores han solicitado ningún rescate. El único dato importante que se tiene es que se trata de un joven marroquí, miembro de la familia propietaria del locutorio.

Según los vecinos, el locutorio fue clausurado el verano pasado por narcotráfico y por vender vídeos y DVD sin tener licencia.Este suceso ha incrementado aún más la inseguridad entre los vecinos, que ya han anunciado una recogida de firmas para solicitar al Ayuntamiento de Manlleu el cierre del locutorio.