Cientos de personas, convocadas por SOS Racismo y una veintena de colectivos sociales y sindicatos recorrieron ayer el centro de Donostia para denunciar la “triple discriminación” que sufren las empleadas del hogar inmigrantes por su condición de extranjeras, mujeres y trabajar en un sector “precarizado”.

La marcha, en la que participaron miembros de EH Bildu, Podemos, Ezker Anitza y Equo, entre otros, partió pasadas las 12.30 horas de la plaza Gipuzkoa y concluyó en el mismo lugar tras recorrer las principales calles de la capital guipuzcoana. La comitiva, que discurrió en un ambiente distendido, estaba encabezada por un grupo de personas que portaban una pancarta con el lema:Somos trabajadoras, no criadas, en euskera y castellano, tras el que discurría el grueso de la marcha, muchos de cuyos integrantes portaban carteles con frases como: Nadie es ilegal, No sobran inmigrantes, sobran racistas y Puentes, no muros.

Los convocantes, entre los que se encontraban Medicus Mundi de Gipuzkoa y la Coordinadora de ONG de Euskadi, denunciaron que el sector de los trabajos del hogar y el cuidado de dependientes está “feminizado”, tiene “un nulo reconocimiento social y económico”, y afecta especialmente a las mujeres de origen extranjero, quienes, por ejemplo, en el caso de las internas, suponen el 90% del total y son “en su mayoría latinoamericanas”.

Afirmaron que la situación “injusta” y de “menosprecio” que padecen está “recogida hasta en el Derecho Laboral” que, en vez de “garantizar por igual los derechos” de todos los trabajadores, regula de manera específica los empleos del servicio doméstico.