Justicia y neonazis
La Vanguardia, 12-04-2006Los vecinos de Castellar del Vallès no comprenden que el juez de instrucción del juzgado número 3 de Sabadell haya dejado en libertad con cargos a los dos agresores de un ciudadano portugués de origen guineano. El inmigrante que fue víctima de esta agresión racista sufre varias fracturas en la cara y, según las noticias de ayer, permanecía “estable, dentro de la gravedad”. Uno de los agresores ha sido detenido en 16 ocasiones por participar en ataques xenófobos y actos de violencia neonazi. Los vecinos de Castellar y SOS Racisme han expresado su decepción, su incomprensión y su malestar por la decisión judicial de no mantener entre rejas a un individuo de probada reincidencia y peligrosidad. Tienen razón los ciudadanos de Castellar y los miembros de SOS Racisme. ¿Acaso el juez espera que la próxima vez la víctima tenga el detalle de morirse para ver el asunto de otro modo?
>
Parece que la violencia racista y ultra es algo menor y episódico que no merece mucha atención. Tenemos muy preparada la sensibilidad para la violencia doméstica, para la violencia entre niños en la escuela y para la violencia que llamamos gratuita de unos vándalos quemando a una indigente. ¿Acaso la violencia que se escuda en una ideología totalitaria es menos relevante? El mecanismo ideológico del que ataca a otra persona por el color de su piel es primario, pero eso no significa que no nazca de elaboradas consignas destinadas a abonar la barbarie. Ser tolerantes contra las agresiones racistas y fascistas rompe la confianza en el Estado de derecho y da alas a los que propagan doctrinas de odio. El juez de Sabadell ya debe saber todo esto. Supongo.
>
Si no se persigue de manera ejemplar a los violentos totalitarios que surgen aquí, no tendremos legitimidad ninguna para perseguir a los violentos totalitarios de importación, se denominen islamistas o cualquier otra etiqueta. El totalitarismo es uno y tiene diversos disfraces. Es irresponsable que una sociedad democrática menosprecie una amenaza de este tipo, sea bajo la bandera de Hitler o la de Bin Laden, sea mediante el uso de explosivos o mediante palizas y ataques callejeros.
>
Dos días después de los hechos de Castellar, los Mossos d´Esquadra detuvieron al propietario de la librería Europa, el neonazi Pedro Varela. Son noticias distintas, pero bien conectadas. El material que Varela difunde justifica el odio al negro, al moro, al judío, al inmigrante, al homosexual y al que piensa diferente. Varela fue condenado, en 1998, a cinco años de prisión por apología del genocidio, pero no los ha cumplido. Todavía esperamos que el Tribunal Constitucional se pronuncie.
>
(Puede haber caducado)