La mirada de fuera

La Vanguardia, 12-04-2006

Josep Maria Rojo, uno de los artífices del resurgir de la procesión del Silenci de Badalona, una de las más austeras y recogidas, recuerda el pensamiento del Papa Juan XXIII: “Interesemos por las cosas que nos unen, no por las que nos separan”. Los inmigrantes, de forma tímida pero progresiva, participan cada vez más de la celebración de la Semana Santa badalonesa.
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“Principalmente son sudamericanos. Incluso vienen algunos musulmanes atraídos por el sentimiento religioso que se respira, en actitud de respeto”. Palabras también pronunciadas por Manuel Martínez, miembro de la Santísima Hermandad Cristo Redentor y Nuestra Señora de la Soledad, quien agrega que en las calles del barrio de Llefià, entre saetas y costaleros, también muestran sus respetos chinos e indios cristianos, los nuevos vecinos.
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“Se ha notado mucho en los dos últimos años”, dice. “La fe rompe barreras. Yla llegada de nuevas personas nos ayuda a reforzar nuestra vida espiritual en estos tiempos de prisas y secularización”. Martínez no ciñe sólo este tímido avance de los inmigrantes a las procesiones, también se está notando su presencia en las parroquias.
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La procesión del Silenci tomará las calles del barrio medieval del Dalt de la Vila el Jueves Santo, como aquella primera vez en 1627. La del barrio de Llefià, en la Serra d´en Mena, lo hará el Viernes Santo. Data de 1983. En la primera sobrecoge el silencio alumbrado por los cirios, en la segunda las saetas y la expresividad. Una, con sus imágenes del barroco arrastradas con ruedas, sigue la tradición catalana; la otra nació, con su Cristo de nueva talla sobre hombros que se sacrifican, de la devoción andaluza que poco a poco se diluye en estas latitudes. Ambas se están convirtiendo en un espacio de encuentro entre culturas. Pero poco a poco. –
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