Se ofrece trabajo a 960 euros brutos
La Vanguardia, 12-04-2006Se ofrecen 962 euros brutos al mes por una jornada de ocho horas diarias. Número de plazas: 20.000. Este anuncio ficticio refleja la situación real del sector de la seguridad privada en España. Tanto la patronal como los sindicatos coinciden en que existe un déficit de unos 20.000 empleados especialmente en zonas como Madrid o Catalunya.
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La falta de personal se debe esencialmente a los bajos salarios combinado con unas duras condiciones laborales. El sueldo base de 962 euros brutos es por 160 horas de trabajo al mes, el equivalente a 40 horas a la semana. El convenio prevé 15 pagas al año, por lo que el salario bruto anual es de 14.430 euros frente a los 15.658 euros, que era el sueldo medio en España el año pasado.
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Además del sueldo por debajo de la media, el empleo en tareas de seguridad es uno de los peor situados para conciliar vida personal y profesional. “Se debe trabajar 24 horas y 365 día al año”, dice Eduardo Cobas, gerente de la patronal Aproser, que agrupa al 75% del sector. Los trabajadores suelen cambiar con frecuencia de turnos, que incluyen noches y fines de semana, lo que dificulta el desarrollo de una adecuada vida personal.
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Eloy Indalecio tienen 57 años y lleva la mitad de su vida laboral trabajando de vigilante de seguridad. Esta semana de vacaciones para mucha gente, él trabajará de las dos de la tarde a la diez de la noche todos los días excepto el jueves. Eloy cobra algo más de 900 euros al mes por vigilar los alrededores del Forum. Él ha decidido voluntariamente no hacer horas extras, pero reconoce que sus compañeros llegan a hacer entre 50 y 150 al mes.
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José Antonio Roldán, responsable del sector de la seguridad privada en CC. OO. de Catalunya, calcula que de media en el sector se suelen hacer un centenar de horas extras al mes. Roldán añade que “el exceso en las jornadas laborales lleva a una situación mental complicada” en los trabajadores.
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En algunas ocasiones los guardas de seguridad han estado involucrados en actos violentos.
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Por su parte, Leandro Núñez, de UGT Catalunya, señala que la precariedad del trabajo se puede apreciar en la elevada rotación laboral, que en algunas empresas – señala – puede llegar al 100%. La patronal sólo reconoce una rotación media del 45%, lo que significa que en una empresa de 100 trabajadores, 45 abandonan la empresa y son sustituidos por otros a lo largo de un año.
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La patronal Aproser afirma que el principal problema que dificulta dar respuesta a la demanda es la imposibilidad por ley de cubrir los puestos de trabajo con personas de fuera de la Unión Europea. Para ser vigilante es preciso seguir un curso de 180 horas y aprobar un examen de capacitación. Ese trámite sólo lo puede realizar ciudadanos de la UE. Desde la patronal se quejan de que mientras un ecuatoriano puede entrar en el ejército y ser enviado bajo bandera española a Afganistán, un ecuatoriano no puede trabajar de vigilante de seguridad. En este mismo sentido, la patronal señala que los ciudadanos argentinos tienen más afinidad con España que los de otros países como los polacos, por ejemplo.
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Los sindicatos no se oponen a que los trabajadores de fuera de la UE trabajen en el sector, pero avisan de que algunas empresas quieren aprovechar la entrada masiva de mano de obra para bajar más los precios. De hecho, varios estudios aseguran que la entrada de mano de obra inmigrante presiona a la baja los salarios en la mayoría de los sectores.
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Eduardo Cobas, de Aproser, tras reconocer que los salarios no son muy altos, indica que el sector ha hecho un esfuerzo por aumentarlos. Asegura también que en los últimos cinco años los sueldos han subido un 32% frente al 17% de incremento del índice de precios al consumo.
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CC. OO. advierte del alto grado de intrusismo que se da en el sector con la contratación de trabajadores sin la acreditación oficial para desempeñar labores de vigilancia. Roldán asegura que CC. OO. sólo en Catalunya ha denunciado ante la inspección de trabajo a 140 empresas. Los vigilantes de seguridad se reconocen porque llevan una placa ovalada con su número de identificación.
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Otro de los problemas con los que tropieza la seguridad para captar mano de obra es que desde que alguien decide dedicarse al sector hasta que puede empezar a trabajar pasan como mínimo cinco meses. Ese es el tiempo mínimo en el que un candidato puede completar el curso obligatorio y pasar las pruebas.
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