EIBAR. DV. El pasado 21 de marzo se celebraba el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial. Con ese motivo, el Ayuntamiento de Eibar realizaba una declaración institucional contra el racismo. El concejal de Servicios Sociales Benjamín Atutxa era el encargado de apostar por una sociedad intercultural en la que cada uno pueda aportar, rechazando las actitudes racistas.

Estas declaraciones tienen un sentido cada vez mayor, a medida que el número de inmigrantes va creciendo. Sin embargo, a diferencia de lo que se comenta en muchos círculos, este aumento no es grave. «Antes ya había un número importante de inmigrantes en Eibar, uno de los más altos de Gipuzkoa. Pero ahora, no se da una oleada de inmigrantes ni nada similar. Es un crecimiento lento» explica el técnico de Inmigración del Ayuntamiento Julen Aranguren. Este ritmo permite que se puedan desarrollar iniciativas como el Plan Local de Inmigración, que continúa funcionando hasta el 2007, con Eibar Zabalik como lema.

Los datos de los últimos años sitúan a Eibar con 887 extranjeros, de los que 784 son extracomunitarios. No en vano, muchos de los comunitarios son portugueses, la principal población extranjera procedente de la Unión Europea. El crecimiento de los últimos años se está situando en torno al 0,3% de la población cada año. Así, el número de extranjeros pasó de 749 en 2004 a 832 en 2005 para llegar a los 887 actuales. Los porcentajes se sitúan por debajo de los de San Sebastián, que se acerca a un incremento del 0,5% anual.

Cifras inferiores

Pero los datos generales marcan aún más las diferencias respecto a Eibar. No en vano, el pasado año un 3,2% de la población guipuzcoana era extranjera, por debajo de la Comunidad Autónoma Vasca donde se llegaba al 3,4% y muy por debajo del porcentaje estatal, que llegó al 8,4%. Estas cifras muestran la diferencia de Eibar respecto a ámbitos geográficos próximos e indican su situación como una zona poco afectada por los principales flujos migratorios.

En cuanto a orígenes, sí que Eibar ha registrado un cambio sustancial en los últimos años. La población de origen marroquí, mayoritaria entre los inmigrantes de la ciudad, sigue creciendo pero de manera muy leve. Así, son principalmente los países latinoamericanos los que han aumentado el número de extranjeros de la ciudad en los últimos meses. Ejemplo de ello es Bolivia, país cuyos ciudadanos no precisan un visado por lo que se han convertido en origen destacado de inmigrantes. En el caso de Eibar, el número de bolivianos empadronados ha pasado de 36 a 55, del pasado año a éste.

Otro ejemplo sería Brasil que pasó en el mismo periodo de 48 a 56. Un caso más particular es el de Pakistán, que sólo tenía una persona el pasado año y que ahora cuenta con 10. En contraposición, se encuentran los marroquíes que a pesar de ser más numéricamente, su incremento es más lento, pasando de 291 en 2005 a 302 en 2006. Todos estos datos refrendan las tendencias de los últimos años, en los que se observa una creciente inmigración latinoamericana. Está formada sobre todo por mujeres, que llegan para trabajar, a diferencia de los marroquíes, que son mayoritariamente hombres.