Euskadi es junto con Andalucía, Madrid y Cataluña una de las cuatro comunidades que más menores extranjeros no acompañados (Menas) acogen de todo el Estado. Entre esas cuatro regiones dan amparo al 85% de estos chavales extranjeros, cuya llegada se ha disparado en el último año. Solo en Gipuzkoa, se calcula que a lo largo de los últimos doce meses han podido pasar alrededor de 600 menores, en su mayoría de paso hacia otros países de Europa. Las cifras, en cualquier caso, son muy oscilantes ya que dependen de los movimientos migratorios. El Gobierno Vasco, a través de la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, trasladó ayer al Ejecutivo central la petición de que se aborde una estrategia entre los diferentes ministerios y las comunidades, «ante un fenómeno que tiene que ver mucho más con la inmigración que con la protección de menores», destacó.

Artolazabal participó en el Consejo Territorial de Servicios Sociales, en el que también estuvo presente la diputada foral Maite Peña, junto con sus homólogas de Bizkaia y Álava. «Las instituciones vascas trabajamos coordinadamente y solicitamos un abordaje integral de la realidad de los menores no acompañados mediante la creación de una mesa de trabajo. Esperemos obtener respuesta atendiendo a nuestro requerimiento en breve», apuntaba la diputada guipuzcoana.

El requerimiento vasco se suma a la petición de otras comunidades autónomas, que han conseguido arrancar el compromiso de la ministra de Sanidad y Servicios Sociales para crear una mesa de trabajo en la que se traten medidas conjuntas entre todas las regiones. La titular de la cartera, Dolors Montserrat, explicó el pasado martes en el Senado que se encuentra en conversaciones con diferentes consejerías autónomas para realizar un «mapa territorial» sobre la situación, localización y necesidades de estos menores.

«Reparto equitativo»
En la sesión intervino la representante del PNV Nerea Ahedo, que destacó que solo en el País Vasco viven en torno a 1.300 de estos adolescentes que llegan solos a España, en su mayoría procedentes de Marruecos, pero también de países en conflicto, lo que ha disparado el número de llegadas, como ha certificado la red de centros de acogida de los tres territorios. «Hay determinadas comunidades con saturación», recogió la jeltzale y se refirió en concreto al caso del territorio vizcaíno, donde la llegada de Menas ha subido un 125% en los últimos tres años. En Gipuzkoa, las cifras también se han disparado en los dos últimos años, y especialmente los últimos meses. La representante del PNV preguntó acerca de la reintegración familiar, que depende de las delegaciones del Gobierno y sobre la posibilidad de establecer un protocolo de acogida «que haga una distribución equitativa de estos menores». La ministra recalcó su compromiso de mejorar la gestión, pero apuntó a que fue «el Gobierno del PP el que puso en la ley de 2015 la protección de los menores no acompañados, una ley que presume la minoría de edad» para aquellos casos en que no sea posible determinarla.

El aumento de llegadas de estos menores ha saturado los recursos de acogida. En abril del año pasado, La Diputación de Gipuzkoa decidió ampliar las plazas para su atención.