Dos mafias forzaban a prostituirse a medio centenar de mujeres con palizas y ritos de vudú en Valencia

La policía arresta a ocho integrantes de las bandas, que llevaban un “alto tren de vida” con los 54.000 euros que exigían a cada víctima

Las Provincias, 11-04-2006

“Esclavizadas a los caprichos del cabecilla de la organización”. La Dirección General de la Policía define de esta manera la situación que durante meses han vivido más de medio centenar de mujeres nigerianas explotadas por dos redes de prostitución finalmente desmanteladas en Valencia.

La investigación, llevada a cabo por la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsificaciones (UCRIF) de Madrid y la Jefatura Superior de Policía de Valencia, se inició el pasado mes de noviembre. Dos mujeres lograron escapar del yugo de sus captores y denunciaron su pesadilla ante los agentes.

Promesa de “prosperidad”

Las ciudadanas nigerianas relataron a los investigadores que los explotadores sexuales las captaron en su país de origen. Les prometieron “prosperidad y bienestar”. Pero en España les esperaba el horror. Amenazas, coacciones, palizas, malos tratos, agresiones sexuales, ritos de vudú para atemorizarlas en caso de que intentaran huir… Todo lo necesario para “anular su voluntad y someterlas a los caprichos de la organización delictiva”, según fuentes del caso.

La red las obligaba a prostituirse en cerca de un centenar de clubes de alterne de toda España. Les facilitaban además números de cuenta de las bandas, en los que las víctimas tenían que ir depositando los 45.000 euros (54.000 euros) que les exigía la red como deuda por su viaje a España. Si se retrasaban en los pagos, llegaban las agresiones, coacciones y amenazas por parte de los delincuentes.

La Policía Nacional comprobó enseguida el “alto nivel de vida” e “importante patrimonio” que habían acumulado los cabecillas de la mafia. Los investigadores detectaron el centro de operaciones de las bandas en una tienda de productos africanos de la calle Industria de Valencia.

Tres cabecillas

Las indagaciones de la UCRIF permitió identificar también a los tres máximos responsables de las mafias, todos ellos nigerianos: Beckleys O., de 33 años, Moses L., de 31, y su compañera, Joy J., de 33 años.

A comienzos de este mes se llegó a la fase final de la operación con el registro de la tienda de productos africanos y de dos domicilios de la capital, situados en la calle Agustín Lara y en la plaza Profesor López Ibor.

Además de los tres cabecillas, la Policía Nacional arrestó a otros cinco integrantes de la banda, de entre 21 y 33 años. Los agentes intervinieron en los registros 19.500 euros en efectivo, una veintena de pasaportes propiedad de las mujeres obligadas a prostituirse y resguardos de envío de dinero a cuentas bancarias de Mali y Marruecos.

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