Cientos de personas secundaron ayer en Donostia la marcha convocada para reivindicar el respeto a los Derechos Humanos de las personas refugiadas y migrantes. Por tercer año consecutivo, Donostia, Bilbao, Gasteiz e Iruñea se sumaron a otra veintena de ciudades para exigir también el cumplimiento de los acuerdos y convenios internacionales y unas políticas migratorias humanas. En total más de 25 ciudades y 150 colectivos apoyaban esta convocatoria cuyo lema fue No a la Europa Fortaleza, los Derechos Humanos no se negocian.

El manifiesto de la convocatoria recordaba que en los últimos 17 años, 35.000 personas han perdido la vida en el Mediterráneo y, según la Organización Mundial para las Migraciones (OIM), 2016 fue el año más mortífero, con 5.000 personas, que perdieron la vida ahogadas en el intento de alcanzar Europa, con una media de catorce personas cada día. “Estas muertes podrían haberse evitado si las personas hubiesen contado con vías legales y seguras en su trayecto para obtener protección”, afirma el documento.

“El Mediterráneo es una gran fosa común, el desierto del Sáhara es otro cementerio de tumbas sin nombre, los campos de detención siguen llenos de personas cuyo único delito es buscar una vida que se les niega en sus tierras, menores que desaparecen, trata de personas, violencia contra las mujeres y trata con fines de explotación sexual…”, denunciaron los convocantes. Añadieron que en 2016, 1,26 millones de personas, trataron de encontrar refugio en Europa solicitando protección internacional, de las cuales solo 15.755 lo hicieron en el Estado español. El informe de 2017 de CEAR habla ya de casi 70 millones de personas desplazadas forzosamente.

Las plataformas ciudadanas de apoyo a personas refugiadas y migrantes denunciaron la actitud de la Unión Europea y otras administraciones, “más preocupadas por proteger sus fronteras y sus mercancías, de enriquecerse con el negocio de la guerra y las fronteras, que por proteger los derechos humanos” denuncian. La situación se ha agravado según afirmaron los convocantes, que añadieron que “Europa es más cárcel que nunca”.

Apuntaron que el Estado español ha acogido “un ridículo 15,67% de las 17.337 personas asignadas en su cuota, tan solo 2.716 personas en dos años: un porcentaje vergonzoso”, que lo coloca entre los países con un mayor grado de incumplimiento.

MURO DE LA VERGÜENZALas asociaciones denunciaron que también en Euskal Herria hay un “muro de la vergüenza” en el puerto de Santurtzi, así como personas migrantes en tránsito y no migrantes “viviendo en las calles, personas con dificultad para empadronarse y acceder a derechos básicos, trata de personas y otras muchas tragedias cotidianas”.

En Donostia cientos de personas secundaron la convocatoria en la Paloma de la Paz de Sagüés y desde allí se dirigieron hacia el Kursaal y el Boulevard.