Cerca de 120 personas murieron el pasado sábado en el lago Volta, en Ghana, al hundirse el barco en el que viajaban. El diario ‘Daily Graphic’ informaba ayer en su edición digital de que la embarcación transportaba a 150 viajeros, la mayoría inmigrantes ilegales que habían sido deportados desde la ciudad de Dudzome, en el este del país. La misma fuente señalaba que el siniestro del navío, con una capacidad de setenta pasajeros, se produjo cuando navegaba con destino a la población de Abotoase.

Además del exceso de pasajeros, una de las causas probables del siniestro fue que los deportados viajaban con sus propiedades, incluyendo ganado. Fueron las autoridades de la zona las que forzaron la sobrecarga.

Al parecer, el fondo de la nave chocó con un accidente del lecho del lago y se abrió una vía de agua. El fuerte oleaje, a causa de la tormenta que reinaba, hizo que la embarcación terminara por naufragar. Los equipos de ayuda lograron rescatar con vida a treinta personas, y sólo tres cadáveres pudieron ser recuperados. El resto de los ocupantes de la nave han sido dados por fallecidos.