Centenares de melillenses salieron ayer a la calle para acompañar la primera de las procesiones de la Semana Santa melillense, la que el Domingo de Ramos protagonizan las imágenes de la Cofradía de Cabrerizas, Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder a su entrada en Jerusalem, más conocida como La Pollinica, y María Santísima de Gracia y Esperanza.

El tiempo, que no fue excesivamente bueno, acompañó, dado que, por un lado, al no hacer tanto calor como los días precedentes, los portadores de las imágenes salieron ganando, al tiempo que muchos melillenses optaron por acudir a la procesión en lugar de ir a la playa, a pasar el día en Marruecos o a los pinos.

En definitiva, cientos de ciudadanos se dieron cita por las calles del recorrido oficial, y muy especialmente en el Parque Hernández y en la Avenida Juan Carlos I, donde según el hermano mayor de la Cofradía de El Flagelado, Juan Manuel Martín Aranda, se congregaron más personas que los años precedentes y lo que también es muy importante, no hubo problema de portadores, ni para la imagen de la virgen, que requiere unos 80 hombres de trono, ni para la de La Pollinica, donde fueron necesarios alrededor de 90.

Niños

«La Pollinica es una procesión de niños», aseguraba Martín durante la parada del Parque Hernández y no contento con la cantidad de pequeños que acompañaban las imágenes, señaló que si resulta reelegido hermano mayor – dado que en septiembre acaba su mandato de cuatro años – uno de sus objetivos será que el próximo año haya más niños vestidos de hebreos.

En cuanto a novedades para la Semana Santa 2006, la banda ha sido la principal y el resultado, señaló, ha resultado óptimo.

Por su parte, el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, tras resaltar la amplia participación de melillenses, y tras pedir a la ciudadanía que siga bajando al centro de la ciudad para acompañar a las imágenes, independientemente del credo religioso que se profese, dijo que la procesión de La Pollinica se había desarrollado con una «gran brillantez».

Entre las curiosidades de la jornada, la imagen de una pequeña nazarena que iba en brazos de sus padres porque ni siquiera sabía andar, o la participación en la procesión de un grupo de inmigrantes subsaharianos acompañados de sus hijos, quienes recibieron la bendición de la virgen. Esta iniciativa fue posible gracias a la Conferencia de Hermanos Paúles, quienes fletaron un autobús para que los inmigrantes cristianos que residen en el Centro de Estancia Temporal pudiesen asistir a las procesiones.