PLANETA BARÇA // OTRO EPISODIO RACISTA >> CONTRACRÓNICA

"Etoo, vete del campo"

El Periodico, 10-04-2006

Parece cada vez más próximo el día en que un futbolista negro se irá del campo, un árbitro suspenderá el partido y el Comité de Competición de la federación tendrá que afrontar un escándalo monumental. En Santander se escribió ayer un capítulo más de ese lamentable proceso y la víctima de los gritos racistas no fue otra, no podía ser otra, que Samuel Etoo, la única persona de color que había sobre el césped junto con el mulato brasileño Melo, del Racing.
“Etoo, vete del campo”, cantó un grupo de aficionados desde una de las gradas del Nuevo Sardinero con una clara intención provocativa, retadora, incitando al camerunés a que cumpliera la amenaza de Zaragoza, del pasado 25 de febrero. Aquella noche, el delantero del Barça estaba dispuesto a abandonar el campo tras escuchar gritos simiescos y xenófobos, por segundo año consecutivo en el mismo estadio. Entre todos, desde compañeros a técnicos, pasando por el árbitro Esquinas Torres, le convencieron para que se quedara.

Una respuesta deportiva
En Santander no se llegó a ese extremo porque Etoo reaccionó de otra forma. Respondió con furia a los gritos de “uh, uh, uh” redoblando sus esfuerzos para marcar. Una respuesta deportiva, como le reclamó Rijkaard aquella noche de La Romareda. Los aullidos motivaron a Etoo, que pocos minutos después recogía un gran pase de Giuly y marcaba el 2 – 2. Era el 23° tanto de la Liga y amplió su diferencia respecto al valencianista Villa para conseguir el trofeo Pichichi que persigue desde la Liga pasada.
Tal vez por esa razón querían que se marchara del campo. Para que Etoo no volviera a batir a Aouate en esa frenética media hora inicial. Esa fue la mejor venganza del camerunés, que tras el gol se dirigió enrabietado hacia el córner y le dio un puntapié al banderín. Seis minutos después llegó el aviso por megafonía al público para que cesaran los cánticos racistas después de que lo solicitara el árbitro.

Silencio tras el partido
Rubinos Pérez escribió en el acta que en el minuto 34 escuchó “gritos que imitaban el sonido del mono” cuando Etoo intervenía y que reclamó al delegado, “según el protocolo de actuaciones contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el fútbol”, que se avisara a los espectadores. La reacción popular fue corear “hijo de p…”. Como Etoo no se marchó, la grada le recordó que no irá al Mundial con Camerún. Al salir del estadio no quiso hablar, escarmentado por las críticas tras el episodio de Zaragoza.
Debía estar molesto también por el mal partido del equipo. Incómodo, además, por haber recorrido los tres puestos del ataque. Se alternó con Henrik Larsson, autor del 0 – 1, entre el eje de la delantera y el extremo izquierdo. Cuando Rijkaard dio entrada a Maxi, el Barça acabó con tres nueves sobre el césped, y a Etoo le tocó ejercer entonces de extremo derecho.

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