Los miembros de la comisión de Ciudadanía, Gobernanza, Asuntos Exteriores e Institucionales del Comité Europeo de las Regiones (CdR) pidieron hoy que la Unión Europea (UE) emplee medidas “más drásticas” para apoyar a las regiones en la primera línea de recepción de flujos migratorios.

En un dictamen aprobado hoy en esta comisión en Bruselas, los representantes regionales pidieron prestar una especial atención a los territorios insulares italianos y griegos que, por su situación geográfica, reciben el mayor número de refugiados y migrantes.

“Son los entes locales y regionales los que soportan la carga del aumento del flujo de refugiados y migrantes. Esto es así porque (…) se han convertido en lugares de acogida de refugiados y migrantes, a los que se pide que socorran, alojen y mantengan en condiciones de dignidad humana, a menudo durante un período de tiempo indeterminado”, subraya el texto.

Así, pese a “celebrar” las medidas por las que ha apostado Bruselas hasta ahora para paliar esta crisis, como las operaciones de salvamento en el Mediterráneo o la prestación de ayuda económica de emergencia a los Estados miembros, los miembros piden iniciativas para “aliviar la congestión en las regiones” que más inmigrantes reciben.

El dictamen, que se votará en el pleno de marzo, recalca igualmente que es “absolutamente necesario” revisar el régimen del sistema de Dublín, que determina los criterios que establecen qué Estado miembro de la UE es responsable del examen de una solicitud de concesión de asilo.

Además, alertan de que el sistema vigente “reparte las presiones de manera desigual” para aquellos Estados miembros, principalmente Grecia e Italia, que reciben un porcentaje abrumadoramente mayor de llegadas.

“Esta desigualdad crea desequilibrios en el reparto de los solicitantes de asilo, al tiempo que provoca flujos secundarios”, dice el texto, al tiempo que propone estudiar la transferencia de la competencia de tramitar las solicitudes de asilo al nivel europeo.

Los miembros del CdR consideraron las cuotas obligatorias de reparto de refugiados acordadas por la UE en 2015 como “constructivas”, aunque admiten que el sistema “no ha funcionado en absoluto de manera eficaz”.

“La aplicación del principio de solidaridad entre los Estados miembros constituye un requisito previo para la gestión racional del gran número de solicitantes de asilo”, advierten.

Eslovaquia, Rumanía, la República Checa y Hungría votaron en contra de las cuotas en el Consejo, y varios países del Este de Europa están pendientes de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea se pronuncie ante su decisión de no cumplir con sus obligaciones bajo este sistema de reparto.