EN el eje de la rosa de los vientos de la cooperación al desarrollo se sitúa el Premio Bilbao Norte – Sur, Escuelas solidarias que se entregó ayer en el Salón Árabe del Ayuntamiento de Bilbao, convertido para la ocasión en escenario sobre el que Juan Mari Aburtopredicó el sermón de los valores, una defensa a ultranza de la educación que “asiente las bases de una sociedad fuerte, inclusiva y abierta. Porque queremos una sociedad bilbaina que no discrimina, no segrega y favorece la integración. Queremos una Bilbao inclusiva donde convivamos todos y todas”, dijo el alcalde a los niños y niñas de Miribilla Ikastetxea, la escuela pública de los barrios de San Francisco, Zabala y Bilbao La Vieja de Bilbao que dirige Izaskun Alonso donde se acreditó el título de este año, basado en Miribilla’s rules,todo un impulso a la convivencia a través del desarrollo de una actividad lúdica y universal como es cantar, de forma conjunta, entre todos los miembros de la comunidad escolar, extendiéndola al barrio y a otros lugares. Además Miribilla’s rulesincorpora un documental con la colaboración de Bideografik Ekoizpenak, Euska Herria 11 Kolore y Miribillako Gurasoak, el AMPA de Miribilla Ikastetxea. Fue el sermón del alcalde, digo, rodeado por los niños que se sentaron en el suelo taraceado. Y fue la canción Atanbora,que se interpretó en el Salon Árabe como si fuese pieza de un musical de las buenas maneras. La coreografía la dirigieron David Aguayo e Idoia Egiraun y la música corrió a cargo Casimiroy Paulino Amaya.Niños y niñas y una parte del profesorado llenaron el espacio de palmas, voces entusiastas y pasos de baile.

Testigos de cuanto les cuento fueron Afaf El Haloui,muy reivindicativa en un discurso guerrillero – “los gestos están muy bien pero preferimos los hechos”, dijo la mujer para proseguir leyendo la cartilla a las autoridades… – y Amalur García,las dos voces que hablaron, junto a Izaskun, en nombre del colegio;los concejales Itziar Urtasun, Nekane Alonso, Yolanda Díez, Iñigo Pombo, Koldo Narbaiza, Gotzone Sagardui, Amaia Arenal, Luis Eguiluz, Aitziber Ibaibarriaga, Bruno Zubizarreta, Óscar Fernández Monroyy Samir Ladhou,entre otros;los propios niños que hablaban con palabras serias – “amor”, “amistad”, “solidaridad”, “alegría” y cosas así – . los ujieres y los responsables de comunicación del Ayuntamiento;los progenitores de los niños presentes, el profesoradoy un puñado de periodistas.

“Quiero felicitaros por el gran trabajo realizado que nos demuestra, una vez más, que son más cosas las que nos unen que las que nos separan a las personas. Y, cómo no, el más sincero agradecimiento de este alcalde y de todo el Ayuntamiento por la gran lección de convivencia, de solidaridad y de humanidad que nos habéis dado con este proyecto”, le dijo Aburto a los niños, que le miraban con ojos como platos. Le escucharon Silvia Martínez, Itxaso del Valle, Eva García, Ruth Montoya, Adela Jiménez, Gabel Gabarro, María Silva, Iñaki Odriozola, Izaskun Martínez, Yolanda Jiménez, María Jesús Heredia, Joseba Aranguren, Miguel Ángel Zarate, Idoia Muguruza, Izaskun Olabarria, Nekane Uriartey mucha gente de Miribilla Ikastetxea, que implica a toda la comunidad educativa donde conviven 24 nacionalidades, siete confesiones religiosas diferentes y multitud de etnias diferentes con sus respectivas lenguas.

Estos Premios Bilbao Norte – Surreconocen públicamente la iniciativa de los centros educativos que dedican parte de sus horas lectivas a la formación en valores. Y en esta séptima edición, además de Miribilla Ikastetxea, han presentado proyectos otros centros escolares bilbainos como el Colegio Trueba de Artxanda, el Instituto de Botikazar, el colegio Sagrado Corazón, el colegio Hijas de la Cruz, el colegio Mujika y el C. P. Elejabarri. Todos lo hubiesen merecido.