“Salimos aquella mañana, alrededor de las cinco [de la madrugada], para intentar pasar a Europa vía Ceuta. Cuando llegamos al agua, nos lanzamos y el policía que estaba abajo comenzó a lanzar gas lacrimógeno”. Así comienza Hervé, superviviente de la tragedia de Tarajal, su relato sobre el 6 de febrero de 2014, cuando al menos 15 inmigrantes murieron en la frontera con Marruecos al intentar acceder a la ciudad autónoma. Este camerunés de 26 años ha decidido ahora, en un vídeo difundido en el cuarto aniversario del suceso, poner cara y voz a una historia que acaba de archivarse judicialmente: “Quería hablar porque todavía veo los cuerpos ahogados tumbados en la playa”.

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“El archivo cierra en falso el procedimiento, negando la posibilidad de nuevas pruebas y testimonios. No se ha producido la declaración por video-conferencia de lo dos testigos residente en Alemania. Ni tampoco se ha esperado a la remisión de las autopsias por parte de las autoridades marroquíes”, ha denunciado este martes la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), autora del vídeo sobre Hervé. Una magistrada de Ceuta dio hace dos semanas carpetazo a la investigación porque “de lo actuado, no aparece debidamente justificada la perpetración de los diferentes delitos que han dado motivo a la formación de la causa”.

Una decisión que no comprende Hervé, que no logró entrar a España el 6 de febrero de 2014, pero que lo consiguió en abril de 2015, tras llegar en zódiac a Tarifa (Cádiz). “Estábamos bajo el agua y el policía estaba a un metro y medio de altura por encima nuestro. De manera que nos veía bien y disparaba a bocajarro”, rememora el camerunés, que ha presentado una solicitud de asilo —"su caso esta pendiente de resolución", apunta CEAR—. “Querían venir a España para tener una vida mejor”, añade.