Dos neonazis destrozan el rostro a patadas a un guineano en Barcelona
El Correo, 10-04-2006Dos individuos fueron detenidos el pasado sábado en Castellar del Vallés (Barcelona) por perseguir y apalear a un joven portugués de origen guineano al que destrozaron la cara. Los arrestados son C.H.M., de 24 años, y A.F.A., de 22, ambos vecinos del municipio. El segundo de ellos es un neonazi contumaz y muy conocido. Aunque no viste como un ‘skin’, la Guardia Civil le había detenido catorce veces por ataques xenófobos y acumula varias condenas. Él y su compañero han sido acusados esta vez de lesiones, insultos, desorden público, amenazas y atentado contra agentes de la autoridad.
La víctima permanecía ingresada ayer en un hospital de Sabadell, con contusiones por todo el cuerpo y una fractura maxilofacial que le alcanzó la cavidad ocular. Recibió la paliza sobre las 19.00 horas, en presencia de varios testigos que aseguran que el neonazi y su amigo le hostigaron y le increparon antes de golpearle con alevosía y brutalidad. «Le dieron patadas por todo el cuerpo y lo dejaron tendido en el suelo». Los testigos pidieron ayuda a la Policía local, pero los agresores se enfrentaron a los agentes y les propinaron algunos golpes, además de producirles cortes leves.
No es la primera vez que Castellar del Vallés es escenario de agresiones xenófobas. La asociación ‘Castellar contra el Fascismo’ lamentó que A.F.A. y otros correligionarios reincidan «con impunidad», a pesar de sus historiales delictivos. «Inexplicablemente, el joven aún está en la calle y continúa agrediendo», denunció el colectivo vecinal. La Guardia Civil aseguró que todas las denuncias se han esclarecido siempre y se han saldado con detenciones. La cuestión, según el instituto armado, es que la autoridad judicial «deja en libertad» a la mayoría de acusados.
Así ha ocurrido con A.F.A., que fue uno de los neonazis que se lanzaron contra jóvenes nacionalistas de Castellar durante la fiesta mayor de 2003. Uno de los episodios racistas más recientes tuvo por víctimas a hombre de 75 años, su hijo y su nuera – una dominicana embarazada de ocho meses – . Los tres fueron atacados por quejarse del ruido que provocaban unos neonazis.
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