Una pelea entre un centenar de inmigrantes afganos y eritreos en varios puntos de la ciudad de Calais que se saldócon una veintena de heridos, cuatro de ellos con heridas de bala que se debaten “entre la vida y la muerte. Un quinto herido por bala se encuentra en un estado calificado como “muy serio” por las autoridades locales de la región, donde varios cientos de migrantes acampan esperando su oportunidad para entrar clandestínamente al Reino Unido.

La violencia ha llevado al Gobierno de Francia a intervenir y al ministro de Interior, Gérard Collomb, a desplazarse con urgencia a esa localidad del norte del país. La ciudad ha experimentado “un grado de violencia nunca conocido”, ha afirmado el ministro del Interior. “Lo que viven los habitantes de Calais es insoportable”, agregó.

Los hechos se produjeron durante un reparto de comida, cuando afganos y eritreos protagonizaron una pelea. Se cree que los disparos de un ciudadano afgano son la causa de este enfrentamiento. Cuatro migrantes eritreos, de edades comprendidas entre 16 y 18 años, fueron heridos en el lugar. Posteriormente ocurrió una segunda pelea a unos 5 kilómetros de distancia, en Marck – en – Calais.

Unos “cien inmigrantes africanos armados con palos querían atacar a unos veinte afganos”, dijo el fiscal. La policía ha protegido a los afganos que fueron atacados por entre 150 y 200 eritreos, según la prefectura. A última hora de la tarde, estalló una nueva reyerta en una zona industrial cerca de Calais.

“Los afganos llegaron para el reparto de comida (…) y han encontrado con una fuerte presencia africana. Ocurrió una estampida que tuvo como resultado herido con barras de hierro”, dijo el fiscal a la agencia francesa AFP. Seis migrantes resultaron heridos, incluido uno gravemente en la cabeza, como señaló un corresponsal de la AFP en el lugar. “El conflicto entre afganos y africanos siempre ha estadi subyacente, lamentablemente es un patrón clásico” ver los enfrentamientos entre ellos, comentó una fuente de la prefectura.

Las peleas entre inmigrantes en esta ciudad son frecuentes y han dejado varias decenas de heridos y algunas víctimas mortales, la última un joven de 22 años apuñalado el pasado agosto.

Pero estos no son los únicos casos. El pasado 1 de julio de 2017, cuando las peleas interétnicas hirieron a 16 personas, incluida una grave. Un año antes, el 26 de junio de 2016, otra pelea acabó con 40 personas heridas, ninguna de las cuales de gravedad. La última pelea entre migrantes con heridas de bala se remonta al 25 de noviembre de 2017, durante un tiroteo entre dos grupos de afganos. Cinco de ellos resultaron heridos.

En Calais, se llegaron a concentrar en 2016 hasta 10.000 inmigrantes en el que fue llamado campamento de la “vergüenza”, desmantelado por las autoridades francesas en octubre de ese año. Sus ocupantes procedían, sobre todo, de Afganistán, Sudán y Eritrea y en su mayoría buscaban cruzar al vecino Reino Unido.

Actualmente, se calcula que habitan entre 550 y 800 inmigrantes en la zona. El pasado año, el Defensor del Pueblo y diversas asociaciones denunciaron el desamparo en el que viven estos jóvenes, que duermen al raso y se quejan de la persecución de las autoridades.