La plataforma de apoyo y defensa de los derechos de las personas migradas y refugiadas Girona Acull exige que se convoque una mesa urgente para encontrar soluciones para los 30 jóvenes extutelados por la DGAIA que actualmente viven en la calle en la ciudad. La entidad alerta que “cada día que pasa es un día más que estos niños están en la calle” y que hay que abordar la situación “ya”, en un grupo de trabajo. Recuerdan que son jóvenes de origen inmigrante que hasta los 18 años están en centros. “Cuando cumplen 18 años y un día los expulsan con sólo 50 euros y un bocadillo”, han criticado. Por eso, sitúan como primera prioridad que “tengan un techo” y, después, hacer un seguimiento para garantizar su inserción social y laboral. Según Karim Sabni, de Girona Acull, son jóvenes que están totalmente “desamparados” desde que cumplieron la mayoría de edad y ya no pueden estar en centros. Además, alerta que ni siquiera pueden buscar alguna clase de empleo porque no tienen permiso de trabajo.

Girona Acull cree que en el grupo debería haber entidades sociales, Generalitat y Ayuntamiento de Girona para analizar los recursos disponibles y cómo se puede garantizar la inserción social y laboral de estos jóvenes. El ayuntamiento, pese a reconocer que no es la solución más adecuada, recuerda que pueden recurrir a la Sopa para las comidas y que hay disponibles algunos lugares en los que pasar la noche, como las camas recientemente abiertas en les Sarraïnes. Destacan, sin embargo, que el ayuntamiento no puede suplir las competencias de la Generalitat ni dispone de pisos suficientes para cubrir las necesidades.

Younes es uno de estos jóvenes extutelados que viven en la calle. Llegó desde Melilla al estado español bajo un camión. A partir de aquí, ha estado e tres centros en Andalucía, Madrid y Barcelona. En la capital catalana cumplió la mayoría de edad y tuvo que irse. Ha llegado a Girona porque es donde tiene amigos. Desde hace un año, vive en la calle. “Hoy comes, mañana no, hoy tienes donde dormir, mañana no”, ha descrito, y lamenta no tener más salidas.

La plataforma detalla que muchos de estos jóvenes no reciben asesoramiento y no saben qué trámites burocráticos tienen que seguir para, por ejemplo, solicitar alguna clase de ayuda o vivir en situación regular en el país. Por este motivo, instan a las administraciones a no dejarles “desamparados” y hacer un seguimiento para que puedan dejar de vivir en la calle.