Madrid- El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, aseguró ayer que los CIE no pueden desaparecer porque se precisa una inmigración ordenada “para evitar problemas de orden público” en los lugares de llegada, y pidió que no se elaboren teorías conspirativas sobre la muerte de un emigrante en Archidona.

Zoido compareció en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados para justificar la decisión de ingresar a 577 inmigrantes argelinos en el centro penitenciario malagueño, donde uno de ellos falleció el pasado 29 de diciembre. El ministro señaló que el ingreso en la prisión de Archidona de los inmigrantes fue una solución temporal y se tuvieron que adoptar “medidas extraordinarias” que permite la ley, ante la llegada entre los días 16 al 20 de noviembre de 962 personas a las costas de Cartagena, Almería y Alicante: 562 argelinos, 387 subsaharianos y 13 marroquíes. “Cuando el número total de plazas disponibles en la península es de 540”, puntualizó.

El responsable de Interior insistió en que el ingreso en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) lo determina un juez o un tribunal y recordó que se está trabajando en un plan de mejora de los CIE con la creación de una mesa de trabajo.

La portavoz de Podemos, Ione Belarra, exigió la dimisión de Zoido por la gestión de esta situación “que se le ha ido de las manos”, e insistió en que los CIE “vulneran los derechos humanos”. David Serrada, del PSOE, pidió a Zoido que reflexione sobre el rechazo de todos los grupos de la oposición a la política migratoria y reclamó menos improvisación y más trabajo con los países de origen. También Miguel Ángel Gutiérrez (Ciudadanos), Mikel Legarda (PNV) y Enric Bataller (Grupo Mixto) censuraron la decisión de Interior de recluir a los internos en las instalaciones de Archidona, mientras que el diputado del PP Avelino de Barrionuevo la consideró “ajustada a derecho”.

En su intervención, Zoido relató que a esas llegadas masivas de noviembre se sumaban las que se habían producido desde primeros de año, en total más de 24.000 personas, “lo que convertía la situación en excepcional”. “La situación era compleja”, insistió Zoido, quien argumentó que “hubiera supuesto un serio problema de orden público en los lugares donde desembarcaron esas personas y un efecto llamada de difícil control”.

Un suicidioRespecto al fallecimiento del interno, señaló que se debió a un suicidio por ahorcamiento “con la única participación del fallecido” y sin testigos, ya que no hay cámaras dentro de las celdas. “Siguen empeñados en defender teorías conspirativas utilizando cualquier argumento”, lamentó el ministro. Zoido defendió la actuación policial y dijo que se ofreció al hermano del fallecido ver el cadáver, cuya repatriación fue solicitada ayer mismo por la familia.

Detalló que el emigrante fallecido fue uno “de los alentadores” de un motín ocurrido en el centro y que tras ser controlado el incidente se le trasladó a las 15.00 horas a la celda, donde fue encontrado sin vida cuando se hizo un recuento a las 9.35 del día siguiente.

Para el ministro, una prueba de que el uso del centro penitenciario era excepcional es que se cerró antes de dos meses, el periodo máximo de internamiento de los extranjeros en los CIE.