PAMPLONA. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detectado en cuatro barrios de Pamplona, en Barañáin y en Burlada la presencia de lo que ellos califican como el “germen” de futuras bandas juveniles que, por el momento, no aglutinan a más de 150 miembros y no suponen un especial peligro por sus actividades.

La vigilancia sobre este fenómeno, que es consecuencia, tal y como publicó este periódico a finales de marzo, de las órdenes emitidas por la Secretaría de Estado de Seguridad a Policía y Guardia Civil, ha puesto de manifiesto que su incidencia en Navarra es “escasa”. Integradas por chavales de entre 14 y 18 años de origen mayoritariamente suramericano, el elemento más característico que los une en Pamplona sería la estética.

Una de las bandas que tiene presencia en las calles de la capital navarra, especialmente en las inmediaciones de la Plaza de la Cruz, es la New People (Nueva Gente). Aproximadamente una veintena de jóvenes se ubica en ella, casi todos menores de edad. En cuanto a la procedencia de sus militantes, son casi todos ecuatorianos aunque también hay algún navarro.

EN CIUDADES DEL NORTE El caso de esta banda es curioso, ya que los expertos policiales han constatado que tiene una mayor presencia en ciudades cercanas. Es el caso de Zaragoza, en donde los NewPeople también han sido detectados, siempre con presencia de jóvenes españoles, según los informes de la brigada provincial de Información de aquella ciudad, y en un número similar a los de Pamplona.

Cuantitativamente mayores, y operando en el barrio de la Chantrea, destacan los llamados Perros Mansos, un grupo que casi llega al centenar de chavales, mayoritariamente dominicanos y colombianos.

Finalmente, y unidos al menos en los estético por una forma de vestir similar, estarían los denominados Jóvenes Raperos, una banda integrada casi exclusivamente por ecuatorianos.

Miembros de este colectivo suelen ubicarse en zonas concretas del barrio de la Milagrosa, las cercanías del Instituto Cuatro Vientos y zonas deportivas de Barañáin o Burlada. Como consecuencia de alguna de las identificaciones realizadas por la Policía Nacional se ha sabido que varios de sus miembros suelen llevar armas blancas.

Aunque este fenómeno no representa un problema de primera magnitud, “la cada vez mayor participación de jóvenes en altercados violentos con el uso de armas prohibidas, la implicación de mayores y menores de edad penal y el alto grado de organización que les acompaña han motivado que los distintos servicios policiales estén incrementando la atención a este fenómeno”, asegura la Secretaría de Estado de Seguridad en un análisis.

Por ello, este órgano del Ministerio del Interior activó la Instrucción 23/2005, de 7 de diciembre, recogiendo las propuestas lanzadas por una proposición no de ley del PSOE, aprobada en el Congreso de los Diputados el 15 de abril de 2005 para “prevenir y evitar la aparición o consolidación” de grupos violentos de jóvenes.

Activado el pasado 1 de febrero, este Plan, cuyos resultados en la Comunidad Foral son analizados trimestralmente gracias a los informes elaborados por el delegado del Gobierno, Vicente Ripa, y la Policía Nacional y Guardia Civil, no sólo busca controlar este fenómeno, que en grandes ciudades como Madrid o Barcelona ya ha provocado riñas tumultuarias e incluso asesinatos.

Se desea también prevenir estos comportamientos mediante contactos con padres, jueces, educadores y organizaciones no gubernamentales, además de fomentar el intercambio de información con otros países, elaborar “mapas” sobre los lugares de mayor influencia de este fenómeno y lograr desvincular a los menores de estos grupos mediante políticas “sociales”.

En el caso de Navarra, y en cuanto a las bandas de origen latino, los expertos del Cuerpo Nacional de Policía cuentan con una presencia de emigración más numerosa, encabezada por ciudadanos ecuatorianos (12.073), seguidos de los colombianos (3.821), peruanos (1.256) y dominicanos (818).

MÁS INTEGRADOS Unas cifras que, en sí mismas, como indican estas fuentes, “no significan nada, porque un porcentaje muy sensible de esta gente no se acercaría nunca al mundo de las bandas”. Así, añaden, “se trata de una bolsa de inmigrantes mucho más integrada que en otras comunidades autónomas”.

El peso del dispositivo de Interior en Navarra recae sobre unidades de Seguridad Ciudadana, los Grupos de Menores (Grume) de la Policía Nacional y los Equipos de Mujeres – Menores (Emume) de la Guardia Civil.

No hay unidades tan especializadas como en Madrid, en donde la Sección de Delincuencia Organizada Internacional, en el ámbito de la Policía Judicial, y el Grupo de Movimientos Urbanos Antisociales, en el de Información, llevan años estudiando la violencia juvenil de las bandas organizadas.