Treinta y cinco años de cárcel a una banda de encapuchados por dos violentos asaltos a viviendas

Robaron 120.000 euros en Las Seiscientas, donde pegaron y maniataron a dos mujeres, y entraron vestidos de policías en un céntrico piso de la ciudad

La Verdad, JOSÉ ALBERTO GONZÁLEZ, 24-01-2018

Una de las bandas de violentos atracadores encapuchados que, junto a otro integrado por una decena de marroquíes, llevaron el miedo a los vecinos del Campo de Cartagena y tuvieron en vilo a los cuerpos policiales en 2016 ha empezado a pagar por sus fechorías. Los dos primeros juicios contra cuatro españoles y dos ciudadanos de origen suramericano por una cadena de asaltos a viviendas y gasolineras, en concreto por el robo en la céntrica calle cartagenera Carlos III y en otra de Las Seiscientas, se han saldado con la condena a cuatro de ellos a penas que suman 35 años de cárcel.

En un tercer caso, cuya vista oral empezó ayer y continuará el 6 de febrero, tres de los detenidos por la Guardia Civil admiten que dieron un ‘palo’ y dejaron malherido a un carnicero de La Unión, y que agredieron brutalmente al empleado de una gasolinera de Santa Ana, donde también hicieron un disparo con una escopeta recortada, con el aparente ánimo de intimidarle.

Uno de los episodios que más alarma social desató ocurrió el 6 de octubre de 2016, en una vivienda de la calle Alcalde Muñoz Delgado de la barriada Virgen de la Caridad, conocida como Las Seiscientas. Allí, según sentenciará la Audiencia Provincial, tras el acuerdo alcanzado la semana pasada por la Fiscalía, la acusación particular y las defensas, tres individuos entraron con el rostro cubierto por pasamontañas, y golpearon y maniataron a una mujer de 55 años, a la que metieron en el maletero de un coche, y a otra de 78. Luego, con una máquina radial abrieron una caja fuerte y se llevaron 120.000 euros. El dinero correspondía a la recaudación de unos salones recreativos de la familia y la información fue suministrada por un cuarto individuo, del clan de ‘Los Gasolina’.

Este último aceptó dos años y medio por robo con violencia y lesiones. Celso E. A. C., alias ‘Pana’, asumió ocho años, por robo con violencia, lesiones y detención ilegal; y Demetrio Luis V. T. y José Antonio H. V., ‘Jaulas’, cinco años y diez meses cada uno, por iguales delitos.

Según informaron a ‘La Verdad’ fuentes judiciales, el Juzgado de Lo Penal 1 también acaba de imponer cinco años a ‘Pana’ y lo mismo a ‘Jaulas’ por robar, en esa ocasión vestidos de policías, en un piso de la calle Carlos III.

Los dos sentenciados, junto a Demetrio (los tres cumplen prisión provisional desde su arresto) y a R. A. M. S., se sentaron ayer en el banquillo del mismo juzgado, imputados por el atraco a un carnicero de La Unión y a dos gasolineras de Cartagena: una en Cabo de Palos y otra en Santa Ana. La Fiscalía pide penas que ascienden a 62 años y cuatro meses por pertenencia a grupo criminal, robo con violencia, lesiones y tenencia ilícita de armas.

La fiscal afirmó que se concertaron para cometer robos en establecimientos públicos y viviendas, y que para ello contactaban de manera frecuente; «custodiaban e intercambiaban» armas y ropas; «se prestaban coches para la organización y la huida»; y se alojaban en casas alquiladas en La Aparecida y Portmán.

Ayer declararon como testigos agentes de la Benemérita de Cartagena y San Javier, que hicieron seguimientos y grabaciones telefónicas, y varias víctimas. Entre ellos, acudieron tres empleados y dos clientes de la gasolinera Madrid, ubicada en la carretera N – 301, en Santa Ana, y la propietaria de una estación de servicio de Cabo de Palos. En agosto, «entró un señor encapuchado, me exigió la recaudación y, al abrir una caja y no haber apenas dinero, me obligó a tirarme al suelo. Entonces, me golpeó en la cabeza con un escopeta y me apuntó, pero el tiro se desvió a la ventana», dijo el empleado de Santa Ana, al que dejaron sangrando.

Solo Celso admitió haber participado en estos hechos, si bien aseguró que disparó al aire «para intimidar». Él y ‘Jaulas’ reconocieron ante la acusación particular, que ejerce el abogado Francisco Paterna, haber golpeado a un carnicero de La Unión, en julio de aquel año, para quitarle unos dos mil euros. Demetrio, defendido por Ángel Cegarra y al que decomisaron una escopeta en una casa de Playa Paraíso, negó ser el ‘cerebro’ de la organización. Y el cuarto acusado afirmó haber vendido joyas, sin saber que habían sido sustraídas.

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