La Gendarmería marroquí ha efectuado en los últimos días una serie de redadas en los montes marroquíes más próximos a la frontera con Ceuta para aminorar la presión migratoria al tener constancia de la presencia de más de 1.000 inmigrantes subsaharianos.

Según han confirmado a Efe fuentes policiales, las redadas tienen como objetivo evitar que los inmigrantes se acumulen en los bosques próximos al perímetro fronterizo ceutí y posteriormente intenten una entrada en grupo.

Estas redadas se producen después de que el pasado viernes un grupo de unos 40 inmigrantes subsaharianos intentara entrar ilegalmente en Ceuta a la carrera por la frontera, de los que sólo uno de ellos logró saltar la valla.

El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta, pese a estar habilitado para 512 plazas, tiene censados a más de 700 inmigrantes, la mayoría de ellos subsaharianos, por lo que se encuentra totalmente saturado.

Esta situación incluso ha motivado la supresión de aulas formativas para dar cabida a esta población migrante.